Hablando de “dulce de leche” –que en esta nación estadounidense se conoce como caramelo– podemos destacar que es otro detalle “muy hispano”.
En Colombia, por ejemplo, se le conoce como arequipe; en Costa Rica le dicen cajeta, en Nicaragua, bollo de leche y en Panamá, manjar blanco.
Se prepara tan simple como colocar dos latas de leche condensada en una olla, se cubren con agua y se cocinan por aproximadamente cuatro horas a fuego moderado, asegurándose que el líquido no se consuma.
Luego se dejan enfriar a temperatura ambiente, y su dulce de leche estará listo para comer con galletas, usar como relleno de cualquier pastel o guardarlo en el refrigerador.
En Panamá, los “bocadillos” son una versión dura del dulce de leche. Es casi la misma mezcla con un proceso extendido de cocción hasta lograr una consistencia pastosa que al enfriarse endurece naturalmente.
Los sabores tradicionales se compran en los puestos de artesanías comestibles en la Rivera Pacífica de Coclé (Antón y Penonomé), así como en Herrera, en La Arena de Chitré.
Fotografía: (La Mega Nota/Elvia Skeens)