Con el verano llegan los días de sol. El mantenerse activo y el tener limitada exposición a la luz solar trae beneficios (aumenta los niveles de Vitamina D). Sin embargo, esto puede traer consecuencias desastrosas como quemaduras, envejecimiento temprano y cáncer de piel. ¡Disfrutemos, mantengámonos activos, pero protejámonos del sol!
Cuidado con las quemaduras
La exposición al sol puede generar quemaduras de piel. Si estas comprometen una superficie amplia del cuerpo, se complican con infecciones, deshidratación, problemas de desbalance de líquidos, sales en el organismo y hasta la muerte.
Se pueden sufrir quemaduras solares incluso en los días nublados. Hasta el 80% de los rayos solares ultravioleta (UV) tienen el potencial de atravesar las nubes. Además, se reflejan en el agua, la arena, la nieve, el pavimento y el concreto.
Si usted presenta una quemadura por exposición al sol llame a su médico, especialmente si se trata de un menor de un año, o si es una quemadura con compromiso extenso de la superficie de la piel.
Recién nacidos y menores de un año
Los recién nacidos y los niños menores de un año tienen pieles muy delicadas y pueden presentar quemaduras con exposiciones muy leves al sol.
Es muy importante que se proteja a los recién nacidos y a los niños, idealmente no exponiéndolos a la luz del sol, en particular en horas de alta intensidad como el medio día, la tarde y en días soleados.
Limite la exposición entre las 10 a.m. y las 4 p.m. cuando los rayos UV son más fuertes. Si hay necesidad de salir al aire libre con un recién nacido o con un niño pequeño, asegúrese que estén en zonas de sombra, bajo techo y bien protegidos con el uso de sombreros de ala ancha, ropa ligera, fresca, cómoda, camisas de manga y pantalones largos.
Protectores y bloqueadores solares
A los niños menores de seis meses no se les debe aplicar protectores o bloqueadores solares. Solo después de esta edad se pueden comenzar a utilizar, asegurándose que se trata de un bloqueador o protector solar y no de un bronceador.
Los dos productos resultan similares en apariencia y marca, pero los bronceadores usualmente no protegen contra los rayos solares. Debe verificar que el protector solar indica en la etiqueta “de amplio espectro”, lo que significa que bloquea los rayos UVB y UVA.
Clasificados dependiendo de su factor de protección solar FPS (SPF, por sus siglas en inglés), lo ideal es utilizar uno de FPS 15 como mínimo, considerando que un protector solar con un FPS de 15 a 30 es apropiado para la mayoría de las personas.
De ser posible, evite el ingrediente oxibenzona de los protectores solares, dada la preocupación sobre las propiedades hormonales leves de esta sustancia. Para las áreas sensibles del cuerpo, como la nariz, las mejillas, la parte superior de las orejas y los hombros, escoja un protector solar con óxido de zinc o dióxido de titanio. Estos productos pueden permanecer visibles en la piel incluso después de que los apliquen frotándolos.
Aplique el protector solar de 15 a 30 minutos antes de salir al aire libre. Repita este paso cada dos horas y después de estar en contacto con el agua, nadar, estar en la piscina, sudar o secarse con una toalla.
Cáncer de piel
El cáncer de piel es el más común en los Estados Unidos, causado por la exposición a los rayos solares.
Asegúrese de consultar a su médico si tiene lunares con bordes irregulares, algunos que no son simétricos (una mitad no coincide con la otra), lunares de colores que no son uniformes, lunares de más de medio centímetro de diámetro, lunares que duelen o pican, lunares que aparecen por primera vez, lunares que sangran o que tienen llagas que sangran o no se curan, o lunares que tienden a crecer elevándose de la piel.
Para más información visite las páginas de la Academia Americana de Pediatría y/o de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).