¿Sabía usted que la ingesta promedio de sodio en los Estados Unidos es de aproximadamente 3,400 mg por día?
Esto lo confirmó la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) cuando presentó las nuevas guías sobre el consumo de sal, haciendo recomendaciones para mejorar la calidad de vida de los estadounidenses en los próximos años.
Se trata de metas voluntarias a corto plazo fijadas por la FDA y publicadas el 13 de octubre de 2021 que específicamente se enfocan en la forma cómo se preparan, procesan y empacan los alimentos comerciales, intentando así reducir la ingesta de sodio en un 12%.
De acuerdo con el nuevo documento, estas guías estarán vigentes hasta el año 2025 y servirán para que individuos de 14 años en adelante empiecen a tomar conciencia limitando el sodio a 2,300 mg por día.
Se refieren específicamente a la sal usada para cocinar; la misma que los médicos advierten como peligrosa para la presión arterial.
No importa si es blanca, roja, gris, negra, rosada o amarilla; de Turquía, Hawái, Australia o Filipinas; en piedras, en polvo o en hojuelas, la sal es algo que se debe consumir con cautela, limitándola, según las nuevas pautas.
“El sodio está ampliamente presente en la dieta estadounidense (más comúnmente, pero no exclusivamente, como resultado de comer o beber alimentos a los que se ha agregado cloruro de sodio, comúnmente conocido como ‘sal’). Más del 70% de la ingesta total de sodio proviene del agregado durante la fabricación y la preparación comercial de los alimentos”, advierte la FDA.
Ante la alerta de reducir los niveles de sal añadida en las comidas que se comercializan, la institución define como “problema” el hecho de que la mayor parte del sodio consumido “proviene de alimentos procesados, envasados y preparados, no de la sal de mesa agregada a los alimentos al cocinar o comer. Esto hace que sea difícil para todos nosotros controlar la cantidad de sodio que ingerimos”.
Aunque lo más sano es comer en casa, la realidad es que no siempre lograremos cumplirlo.
Muchas veces, los ritmos de vida tan agitados y las obligaciones fuera del hogar, alteran la naturaleza de acciones más saludables porque resulta más fácil comprar algo preparado o listo para llevar al horno microonda.
“Algunas compañías han reducido el sodio en ciertos alimentos, pero muchos siguen contribuyendo a la alta ingesta de sodio, especialmente aquellos procesados, envasados y preparados, incluidos los que se consumen fuera de casa”, reitera la institución.
Advierten también que la población estadounidense no puede continuar excediendo las cantidades de sodio, por lo que recomiendan un límite diario de 1,200 mg para niños de 2-4 años; 1,500 mg, de 5-8 años; 1,800 mg, de 9-13 y 2,300 mg de 14 en adelante.
La FDA insta a que la comunidad esté muy consciente de lo siguiente:
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La mayoría de los niños y adolescentes consumen más sodio del recomendado.
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Demasiado sodio puede subir la presión arterial, que es un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular.
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Más de 4 de cada 10 adultos estadounidenses padecen de presión alta.
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Aproximadamente uno de cada 10 niños (8-12 años) y uno de cada 8 adolescentes (13-17 años) tiene presión arterial elevada o alta.
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Al reducir la ingesta de sodio será posible prevenir cientos de miles de muertes prematuras y enfermedades en los próximos años.