Atenas, 23 oct (EFE).- El hijo menor del exrey de Grecia Constantino y Ana María de Grecia, Filippos, contrajo matrimonio este sábado con Nina Flohr en la catedral metropolitana de Atenas, una boda que contó con la asistencia de la tía del novio, la reina Sofía, así como la infanta Elena, su prima y madrina de bautizo.
El príncipe dio el sí quiero por el rito ortodoxo a la que ya es su mujer desde el pasado diciembre, cuando se casaron por lo civil en la estación de esquí de Saint-Moritz (Suiza), en una ceremonia extremadamente íntima a la que solo acudieron los padres de los novios, el antiguo rey y Thomas Flohr, debido a la pandemia.
Este soleado sábado la celebración fue muy diferente y el encuentro reunió a caras muy conocidas entre los cientos de invitados, muchos de ellos familiares de los Grecia.
Doña Sofía llegó junto a su hermana la princesa Irene de Grecia, poco antes que el padre del novio, y todos fueron recibidos con vítores por los curiosos congregados. La infanta Elena por su parte llegó junto a la princesa Benedicta de Dinamarca, tía paterna del novio.
Por supuesto no faltaron los tres hermanos mayores de Filippos: Nicolás, quien acudió con su esposa Tatiana; Pablo con Marie-Chantal y dos de sus hijos, y Teodora, cuyo enlace con el abogado estadounidense Matthew J. Kumar se espera pronto, aunque aún no tiene fecha y fue pospuesto por la pandemia.
De la antigua casa real griega estaban asimismo presentes el historiador Miguel de Grecia, hijo del príncipe Cristóbal de Grecia y de la princesa Francisca de Orleans, quien llegó a la ceremonia en compañía de su esposa, la pintora Marina Karella.
Tampoco se perdieron el evento representantes de los Windsor, Hannover y la casa real búlgara: Beatriz y Eugenia de York, hijas del príncipe Andrés; Kyril de Bulgaria y el príncipe Ernesto Augusto de Hannover, junto a su esposa Ekaterina, entre otros muchos miembros de la nobleza y sociedad europeas.
La de hoy es la primera boda de un miembro de la familia real griega en celebrarse en Atenas desde la de Constantino y Ana María, que apenas tres años después del feliz evento tuvieron que exiliarse del país y, en 1974, dejar el trono a raíz del referéndum que abolió la monarquía en el estado heleno cuando un 69 % de la población se decantó por una república parlamentaria.
Precisamente en la catedral ateniense se casaron también por el rito ortodoxo en 1962 los reyes Sofía y Juan Carlos. El emérito no estuvo presente hoy, como tampoco los reyes Felipe VI y Letizia ni sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, que se encuentran en la entrega del Premio al Pueblo Ejemplar 2021, ni la infanta Cristina.
La novia, heredera de la empresa de aviones privados Vista Jet, vistió un majestuoso vestido de corte princesa con escote barco y un gran lazo bajo el pecho, diseñado por Chanel, al igual que ya hizo en la ceremonia civil, que complementó con un velo XL.
Coronó el conjunto con la delicada tiara Antique Corsage, al igual que ya hicieron sus cuñadas en sus respectivas bodas. Se trata de una elegante pieza creada para la reina Victoria de Suecia, que heredó Ingrid de Dinamarca, la abuela del contrayente.
El primado de la iglesia ortodoxa griega, Jerónimo II, fue el arzobispo encargado de oficiar la ceremonia, tras la cual los invitados se dirigieron al Club Nacional de Gimnasia, en plenos Jardines Nacionales y rodeado de algunos de los monumentos más emblemáticos de Atenas, para disfrutar del banquete nupcial.
Las celebraciones de este señalado evento comenzaron la noche anterior, con una fiesta de gala en el lago Vouliagmeni, un lugar privilegiado al sur de Atenas, y se alargarán hasta el domingo, cuando el padre del novio obsequiará a los invitados reales con una comida en el Club Náutico del Pireo.
Felipe de Grecia (35 años) y Nina Flohr (34 años) están juntos desde 2018 y se comprometieron a principios de verano de 2020 en la mítica isla griega de Itaca, en el Jónico, junto a su familia más cercana.
El pequeño de los Grecia nació en Londres, donde sus padres estaban exiliados, y se licenció en Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown (Washington). En la actualidad trabaja en Manhattan como analista en una compañía que gestiona fondos de inversión, al igual que su hermano Pablo.
Por su parte, la heredera suiza reside entre Estados Unidos y el londinense barrio de Notting Hill, desde donde realiza sus labores como directora creativa de la empresa familiar y fundadora de un hotel de lujo en Mozambique, que incluye una reserva natural de 300 hectáreas con bosques, dunas e impresionantes playas.
Ana Mora Segura