OXFORD, Ohio — El aumento de casos positivos de COVID-19 en la comunidad de Miami University mantiene en alerta a las autoridades, tras registrarse casi mil contagiados, en menos de un mes, desde que empezó el semestre de otoño, a mediados de agosto.
El campus se prepara para regresar a clases híbridas (presenciales y virtuales) a partir del 21 de septiembre, bajo la exigencia de continuar reportando al Departamento de Salud del Condado de Butler las nuevas cifras de casos para conocimiento público.
Hasta el viernes 11 de septiembre de 2020 se contaban 965 casos de estudiantes positivos por coronavirus, con tres empleados contagiados y 27 nuevos que todavía no se registran en las estadísticas del Departamento de Salud.
En un recorrido de La Mega Nota por la ciudad de Oxford, el sábado 12 de septiembre, se podía observar una calle principal muy transitada.
A pesar que en la misma High Street cuelga un enorme letrero que advierte: “Por favor use su mascarilla, no haga que se lo pidamos”, algunos estudiantes caminaban con cubrebocas, pero otros parecían ignorar esta recomendación “vital” de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Cuando algunos estudiaban o platicaban en UpTown Parks respetando todas las medidas de prevención, las entradas a ciertos restaurantes y sitios de recreación al aire libre estaban abarrotadas, olvidando mascarillas y distancia social.
Un video compartido a nivel nacional –en medios de comunicación y redes sociales– ha provocado comentarios por tal comportamiento y sentido de responsabilidad.
Durante el fin de semana feriado por el Día del Trabajo, un estudiante de Miami University aceptó que tenía COVID-19, sin embargo, celebraba una reunión con otros jóvenes en su residencia.
La aterradora escena fue grabada por la cámara corporal de los oficiales del Departamento de Policía de Oxford que llegaron al lugar, donde se escuchaba música en altavoz y se observaban a más de diez personas aglomeradas en el portal de la vivienda, con vasos en sus manos, sin mascarillas ni guardando distancia social.
En los minutos siguientes del video, se escucha al agente advirtiendoles que estaban violando la ordenanza estatal que prohíbe reuniones masivas y que cada uno podría ser penalizado con una multa de $500, además de que el informe policial pasaría a la universidad para medidas/consecuencias disciplinarias.
La situación se vuelve más aterradora cuando el oficial pide la identificación personal del aparente anfitrión de la fiesta, revisa en el sistema y confirma que se trata de un paciente positivo de COVID-19.
El policía pide al joven que se acerque y le explica que la computadora lo registra con diagnóstico positivo de COVID-19.
El estudiante confirma: “sí, eso fue hace una semana”.
El oficial le advierte con una pregunta: “¿No se supone que debes permanecer en cuarentena?”.
El estudiante responde: “Sí, por esta razón es que estoy aquí en mi casa”.
“¿Cuántos aquí [en esta fiesta] tienen COVID-19?”, cuestiona el policía mientras el joven tranquilamente le confirma que todos estaban contagiados, en referencia a sus compañeros de residencia y los participantes de la celebración.
“Esto es lo que [justamente] estamos tratando de prevenir, ¿sabes?...queremos mantener esta ciudad abierta”, le dice el oficial a la vez que suspira por la reacción del alumno.
