Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), hasta febrero de 2024, se confirmaban 35 casos individuales de sarampión en 15 estados: Arizona, California, Florida, Georgia, Indiana, Luisiana, Maryland, Minnesota, Missouri, New Jersey, New York, Ohio, Pensilvania, Virginia y Washington.
Durante 2023, hubo 58 casos registrados de sarampión en 20 estados: California, Colorado, el Distrito de Columbia, Florida, Hawái, Idaho, Illinois, Kentucky, Maryland, Missouri, New Jersey, New York, Ohio, Oregón, Pensilvania, Texas, Utah, Virginia, Washington y Wisconsin. La mayoría de quienes contrajeron la enfermedad no estaban vacunados. El sarampión se puede propagar si llega a una comunidad en los Estados Unidos en la que haya grupos de personas que no han sido vacunadas.
Y aunque se había declarado erradicado de la nación en el 2000, en años recientes se han presentado varios brotes.
¿Qué es el sarampión?
Es una enfermedad muy contagiosa, grave que puede llegar a causar la muerte especialmente en niños pequeños. Es causada por un virus transmitido en diferentes secreciones.
¿Cuáles son los síntomas?
Se presenta inicialmente con congestión nasal, secreciones mucosas, tos, conjuntivitis, enrojecimiento de los ojos y fiebre. Después de estos síntomas aparece un brote o sarpullido de puntos rojos que inicialmente sale en la cabeza y con el tiempo se distribuye al resto del cuerpo. Puede complicarse y afectar órganos vitales, especialmente en los niños menores de cinco años y en los adultos mayores de 20, incluyendo la neumonía o infección de los pulmones, la encefalitis o infección del cerebro, la pericarditis o miocarditis, infecciones del corazón, y en algunos casos la muerte.
De cada 1 000 niños que contraen sarampión, entre uno y dos morirán por la enfermedad.
En 2008, hubo 164 000 fallecimientos por sarampión en todo el mundo, es decir 450 decesos al día, o 18 cada hora.
¿Cómo se contagia?
La probabilidad de contagio es del 90% si no se tiene la protección de las vacunas. El sarampión es más contagioso que el COVID. Mientras que alguien con COVID puede infectar entre una y tres personas, un enfermo con sarampión le puede pasar el virus hasta 18 individuos.
La transmisión del sarampión se produce por el contacto con secreciones de una persona que tiene la enfermedad como mucosidades o gotas de saliva esparcidas después de un estornudo o tos.
Quienes tienen el virus pueden transmitirlo antes de presentar síntomas o de confirmar el diagnóstico. El período de contagio es de 6 a 19 días, usualmente cinco días antes de que aparezca el brote o sarpullido y hasta cuatro días después de que el brote o sarpullido se haya presentado.
¿Cómo se previene?
Las dos principales formas de prevenir el contagio incluyen el evitar el contacto con una persona enferma y el tener las vacunas contra el sarampión.
Si se sospecha que alguien padece sarampión es importante llamar al médico. No se recomienda visitar las salas de urgencias pues allí se pueden contagiar otras personas.
En la actualidad se recomiendan dos dosis de la inmunización del sarampión que es parte de la vacuna MMR que protege también contra la rubéola y las paperas.
Las dos dosis de la vacuna se deben recibir después de que el niño cumple un año y luego a los cuatro, pero cualquier edad después es recomendada para actualizarlas, incluyendo jóvenes, adolescentes y adultos.
Si se va a viajar fuera del país es recomendable que hasta los bebés menores de un año y mayores de seis meses tengan la vacuna.
Se puede recibir una dosis si se va a estar fuera del país o en regiones/estados donde se documentan brotes infecciosos.
Esta dosis no se cuenta dentro de las dos recomendadas, entonces, en esos casos específicos los niños terminarán recibiendo tres dosis.
Muy importante
La vacuna del sarampión no produce autismo. Múltiples estudios han confirmado que no hay relación entre la inyección contra el sarampión y el autismo.
Hable con su médico. Asegúrese de que usted y todos sus seres queridos están protegidos contra el sarampión.