Las recientes métricas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran una alta actividad viral en las aguas residuales y un incremento en los casos y hospitalizaciones por COVID-19 a nivel nacional. Sin embargo, los expertos locales indican que Cincinnati y el Medio Oeste están viendo un aumento moderado en comparación con otras regiones de Estados Unidos. Kim Wright, epidemióloga supervisora del Departamento de Salud de Cincinnati, atribuye muchos de los casos locales a viajes de verano a áreas más afectadas y a destinos internacionales, en lugar de grandes reuniones como en años anteriores.
Wright destaca que este año varias variantes nuevas del virus, conocidas como variantes FLiRT, están contribuyendo al aumento de casos. Estas variantes son más transmisibles y afectan a quienes no han recibido una dosis de refuerzo reciente de la vacuna contra la COVID-19. La epidemióloga recomienda a los residentes que se vacunen con la última dosis de refuerzo disponible para mantener una protección efectiva, especialmente dado que las tasas de vacunación contra la COVID-19 siguen siendo bajas en comparación con las de la vacuna contra la gripe.
Mientras tanto, los funcionarios de salud informan que se están desarrollando nuevas vacunas para abordar las variantes más recientes del virus, aunque no se espera que las nuevas dosis de refuerzo estén disponibles hasta septiembre como muy pronto. Wright enfatiza la importancia de vacunarse para reducir la transmisión y proteger a la comunidad, especialmente entre las personas jóvenes que suelen no experimentar síntomas graves.