Barcelona, 30 mar (EFE).- Fue la alumna del Máster de Lied Victoria de los Ángeles Urszula Bardlowska quien hace poco más de diez días mostró su angustia por su familia y amigos de Ucrania y sugirió que Barcelona podría celebrar un gran concierto benéfico, un canto a la paz, con una recaudación que podría ayudar a sus conciudadanos.
La Fundación Victoria de los Ángeles puso hilo a la aguja y en un periodo de tiempo récord para este tipo de citas contactó con instituciones públicas como la Generalitat y el Ayuntamiento, que se sumaron de inmediato a la idea, y consiguió unir a las principales instituciones musicales catalanas en beneficio del proyecto "Ucrania nos necesita" de Cruz Roja.
Unas 2.200 personas han respondido esta noche a la llamada y han llenado el Auditori de Barcelona en un Concierto por la Paz con figuras de primer nivel internacional como el maestro Jordi Savall, los directores de orquesta Antoni Ros-Marbà y Salvador Brotons, la mezzosoprano norteamericana Joyce DiDonato y el barítono italiano Mattia Olivieri, además de la Escolanía de Montserrat.
También se ha creado para la ocasión la Orquesta y coro por la Paz, con músicos voluntarios provenientes de las principales instituciones musicales barcelonesas, que han participado de forma filantrópica, con músicos como la violinista Vera Martínez Mehner, del Quartet Casals, y Miquel Keenan Fuentes, violoncelista, Mención de honor del Galardón Pau Casals 2020, uno de los protagonistas de la última pieza del concierto, el "Madrigal sobre un tema popular 'El cant dels ocells", de Xavier Montsalvatge, junto con la Escolanía.
Con una fila cero incluida, cuando pasaban unos diez minutos de las ocho de la tarde, y después de que en una gran pantalla se proyectaran imágenes de la guerra en Ucrania y se pudiera leer una frase de Pau Casals en favor de la paz, el director Ernest Martínez Izquierdo ha empezado a dirigir la pieza "Prayer for Ucraine", de Valentin Silvestrov, a la que ha seguido "La gran puerta de Kiev", de "Cuadros de una exposición" de Modest Mussorgski, bajo la batuta de Xavier Puig.
En un concierto sobrio que ha ido "in crescendo", a continuación el público ha podido escuchar el conocido "Adagio" de Samuel Barber, con Jordi Mora dirigiendo, mientras que Mireia Barrera ha sido la encargada de ponerse frente al coro para que interpretara la canción tradicional catalana "El rossinyol".
Con el respetable cada vez más enganchado a la variada propuesta, ha entrado en escena Jordi Savall, que ha dirigido "De pacem Domine", de Arvo Part, con la Capella Reial de Catalunya, recibiendo un fuerte aplauso tanto cuando ha entrado como cuando ha abandonado el escenario.
La mezzosoprano Joyce DiDonato, emocionada y emocionando, ha acometido el "Morgen!", de Richard Strauss, bajo la dirección de Pedro Pardo, con el público con lágrimas en los ojos.
De nuevo con su partitura digital, Pedro Pardo se ha puesto frente a la orquesta y el coro para acometer las "Variaciones Enigma", de Edward Elgar.
Al acabar este tema, se ha vivido el momento más especial de la noche, con Salvador Brotons y su batuta dirigiendo el cuarto movimiento de la "Novena Sinfonía" de Beethoven, con la soprano rusa Katerina Tetryakova, la mezzosoprano bielorrusa Marina Pinchuk, el tenor tinerfeño Airam Hernández y la voz inconfundible del barítono Mattia Olivieri en escena.
Casi cinco minutos de aplausos, antes de poner el broche a la audición "El cant dels ocells", bajo la batuta de un enérgico Antoni Ros Marbà, acompañado por el violoncelista Miquel Keenan Fuentes y los jóvenes cantores de la Escolanía de Montserrat, también muy ovacionados.
A pesar de que, antes de empezar el concierto, por megafonía se había indicado que no pueden realizarse fotografías durante este tipo de actos, más de una en la platea no ha podido resistirse y con la máxima discreción ha grabado toda la pieza.
Al final, con una bandera de Ucrania desplegada por varios integrantes del coro, todos los participantes en el concierto han salido a saludar al público, que en pie ha acabado con otros cinco minutos de aplausos.
En esta iniciativa han participado con equipos técnicos y humanos desde el Auditori, al Ayuntamiento de Sant Cugat, la Asociación Franz Schubert, el Conservatorio del Liceu, la Delegación del Gobierno, la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), el Conservatorio del Liceu, la Coral Càrmina y el Quartet Casals.
Entre el público, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, el teniente de alcalde del Ayuntamiento Jordi Martí, diputados del Parlament, miembros del CoNCA, así como los cónsules de Ucrania y Polonia.
Como decía el día de la presentación el compositor Jordi Savall, la "música es un vehículo para hacer llegar un canto de esperanza" en un momento en el que la guerra "no es entre Rusia y Ucrania, sino entre el gobierno de un dictador que impone tanta maldad a Ucrania como a su país".
Irene Dalmases
