El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este domingo una nueva orden ejecutiva que instruye a las agencias federales a tomar una serie de pasos para promover el acceso al voto, mientras legisladores demócratas presionan por una reforma electoral que contrarreste los intentos por restringir ese derecho.
En un desayuno en conmemoración del “Bloody Sunday” (“Domingo sangriento”) de las manifestaciones de 1965 de Selma (Alabama) a favor de los derechos civiles de los afroamericanos, Biden anunció la firma de un decreto “para facilitar que los electores elegibles se registren y mejorar el acceso a la votación”.
El proceso electoral de noviembre pasado se caracterizó por las inéditas acusaciones de fraude de Trump al voto por correo, sus maniobras para obstaculizar el censo y las trabas al voto impuestas en estados gobernados por republicanos.
La orden ejecutiva de Biden establecerá un plazo de 200 días para que las diferentes agencias federales, con la ayuda de los estados, delineen un plan para “promover el registro y la participación de votantes”.
En Estados Unidos no hay registro automático de votantes y en las últimas décadas se han impuesto múltiples trabas al derecho a votar que suelen perjudicar a las poblaciones más marginadas o pobres, como los latinos y negros.
El decreto pretende, entre otras cosas, mejorar el acceso al sufragio de los militares y las personas con discapacidades, así como brindar educación y acceso a los privados de libertad.