El presidente estadounidense, Joe Biden, encabezó este miércoles una reunión centrada en cómo acortar el tiempo que pasan los menores indocumentados bajo la custodia de las autoridades de su Gobierno una vez que son detenidos en la frontera con México.
Biden se reunió en la Casa Blanca con una delegación del Gobierno que el pasado sábado visitó la zona fronteriza en el estado de Texas, y el centro de detención para menores inmigrantes en Carrizo Springs, con capacidad para 700 personas y reabierto bajo la actual Administración.
"La delegación le explicó lo que observaron durante su visita a la frontera y en las instalaciones que visitaron", explicó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, durante su rueda de prensa diaria.
"Pero sobre todo, pasaron la mayoría de su tiempo debatiendo sobre qué pasos se pueden dar para avanzar más rápidamente para cumplir el objetivo de colocar a estos niños con sus familias, y sacarlos rápidamente de las instalaciones de Patrullas Fronterizas, meterlos en albergues y después en hogares", añadió.
Bajo la ley estadounidense, los menores indocumentados detenidos en la frontera no deben pasar más de 72 horas bajo la custodia de los agentes de la Patrulla Fronteriza a los que se entregan para pedir asilo, y después deben ser transferidos a sus familias o a albergues administrados por el Departamento de Salud, como el de Carrizo Springs.
Sin embargo, la llegada masiva a la frontera de niños y familias indocumentadas tiene abrumadas a las autoridades fronterizas, y los menores detenidos en las últimas semanas se están quedando en albergues de la Patrulla una media de 107 horas, más de lo permitido por ley, informó este miércoles la cadena CNN.
INSTALACIONES DESBORDADAS En las últimas semanas se ha detenido en la frontera a más de 300 menores no acompañados por día, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
Aunque la mayoría de los adultos que llegan a la frontera son expulsados inmediatamente bajo el denominado "Título 42", una medida amparada en la pandemia de la covid-19, a los menores y a algunas familias con niños se les permite entrar y solicitar asilo.
Eso ha aumentado la presión sobre las instalaciones del Gobierno que albergan temporalmente a menores no acompañados, que estaban al 94 % de su capacidad la semana pasada, según fuentes del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
"La frontera está cerrada", insistió este miércoles en español la coordinadora de la frontera sur en la Casa Blanca, Roberta Jacobson, durante una rueda de prensa.
Una de las integrantes de la delegación que visitó la frontera el sábado, la jefa de gabinete de la primera dama, Julissa Reynoso, dijo el lunes a la prensa que habían podido "hablar con algunos de los niños" detenidos y que su prioridad era minimizar el "coste humano" para esos menores.
También formaron parte de la delegación, entre otros, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; la asesora de seguridad interna de Biden, Susan Rice; la viceasesora de seguridad nacional del presidente, Liz Sherwood-Randall; y la subdirectora de comunicación de la Casa Blanca, Pili Tobar.
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