Washington, 31 may (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, marcó este año un tono diferente al Memorial Day, el Día de los Caídos que se celebra este lunes en el país, con un discurso en el que defendió honrar a los soldados fallecidos, frente a los desaires de su predecesor Donald Trump a las Fuerzas Armadas.
En un discurso en el cementerio nacional de Arlington, en las afueras de Washington DC, Biden afirmó que la manera en que se honre la memoria de los caídos "determinará si la democracia perdura por largo tiempo".
"Quiero garantizar a cada una de estas familias que nunca olvidaremos lo que han dado a nuestro país", señaló Biden, quien recordó que a fecha de hoy 7.036 soldados estadounidenses han perdido la vida en Irak y Afganistán.
"Mujeres y hombres, todos aquellos a los que honramos hoy, dieron sus vidas por su país -subrayó-, pero vivirán para siempre en nuestros corazones, siempre orgullosos, siempre honorables, siempre estadounidenses".
Biden siguió con una defensa de la democracia y de sus instituciones. En ese sentido, hizo un alegado a favor del derecho al voto y a una prensa libre "fundada en hechos y no en propaganda".
E hizo un llamamiento a la unidad de todos los estadounidenses: "la empatía es el combustible de la democracia, nuestra disposición a vernos los unos a los otros no como enemigos, sino como vecinos incluso si no estamos de acuerdo".
Este tono contrasta con el de Trump (2017-2021), que alentó las divisiones en el país y que protagonizó desencuentros con las Fuerzas Armadas.
En septiembre pasado, el exmandatario protagonizó una polémica después de que la revista The Atlantic publicara que en 2018 llamó "perdedores" y "fracasados" a los estadounidenses que murieron en la Primera Guerra Mundial, y aseguró que no entiende qué ganan los ciudadanos de su país al ir a combatir al extranjero.
De acuerdo con ese artículo, en mayo de 2017 durante el Memorial Day Trump visitó el cementerio de Arlington, junto a su entonces secretario de Seguridad Nacional, el general John Kelly, cuyo hijo Robert murió en combate en Afganistán.
Frente a la tumba de Robert, Trump se volvió hacia John Kelly y le dijo, según la publicación: "No lo entiendo. ¿Qué sacaban ellos con esto?".
Las alegaciones vertidas por la revista fueron negadas por la Casa Blanca en aquel entonces.
Biden, por contra, buscó este lunes la complicidad con los soldados al recordar que su hijo Beau, fallecido hace ayer cinco años de un cáncer cerebral a los 46 años, fue veterano del Ejército.
"Ayer fue el aniversario, es un momento difícil estar aquí con mi familia, como para muchos de ustedes", apuntó el presidente, quien aseguró que sabe lo que es estar ahí honrando a un pariente fallecido, a "un héroe caído".
Pero quiso lanzar un mensaje de esperanza, al augurar que "llegará el día en que la imagen de sus seres queridos traiga una sonrisa a sus labios, antes que una lágrima a sus ojos".
Su alocución de este lunes estuvo más dirigida al consumo nacional después de que ayer pronunciara otro discurso con motivo del Memorial Day en Wilmington (Delaware), donde tiene su residencia privada, en el que adelantó que pedirá al presidente ruso, Vladímir Putin, que respete los derechos humanos cuando se reúnan el 16 de junio en Ginebra.
Antes de pronunciar el discurso de este lunes, Biden participó junto a la vicepresidenta, Kamala Harris, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en un homenaje en la Tumba al Soldado Desconocido en Arlington, donde el presidente posó frente a una corona de flores y se santiguó.