Houston (EE.UU.), 18 oct (EFE).- La septuagésima quinta temporada de la NBA comienza mañana, martes, con los Milwaukee Bucks, los últimos campeones, como el equipo a batir junto a los Phoenix Suns, los finalistas, frente a la incógnita que supone el rendimiento de Los Angeles Lakers, y su nuevo "Big Three", o los Brooklyn Nets.
A falta de que este lunes se anuncien las plantillas oficiales de los 30 equipos de la NBA, todo está listo para que comience la temporada 2021-22, con la gradas llenas de aficionados y los Bucks recibiendo de manos del comisionado Adam Silver, los anillos de campeones.
Su triunfo indiscutible ante los Phoenix Suns -revelación de la Conferencia Oeste-, gracias al ala-pívot griego Giannis Antetokounmpo, ganador del premio Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales, no solo lo convirtió en el mejor equipo de la NBA, sino que le dio el derecho a ser el equipo a batir.
Además llegan a la nueva temporada con todo el núcleo intacto, más experiencia y Antetokounmpo como garantía para defender el título de campeones.
Al menos dentro de la Conferencia Este es el gran favorito, sobre todo porque dos de sus rivales directos, los Brooklyn Nets y los Philadelphia Sixers, están envueltos en conflictos internos con sus respectivas estrellas, los bases Kyrie Irving y Ben Simmons.
Irving no quiere cumplir con el requisito obligatorio de estar vacunado para poder jugar en Nueva York, lo que significa que no solo se perderá los partidos de local sino que generará inestabilidad permanente en el cinco titular y en el rendimiento de todo el equipo.
Mientras que Simmons, que se perdió toda la pretemporada con los Sixers tras haber demandado un traspaso, ha vuelto a los entrenamientos, pero no se sabe si estará listo para comenzar la liga con el equipo cuando el miércoles se enfrenten a New Orleans Pelicans.
Si ambos equipos solucionan los problemas con Irving y Simmons recuperaran su condición de aspirantes a luchar por la corona de los Bucks en la Conferencia Este.
Lo mismo que lo pueden hacer los reforzados Miami Heat con la llegada del base estrella Kyle Lowry, mientras que los Chicago Bulls han sido los más activos en el mercado de verano para hacer una reconstrucción de equipo con las incorporaciones del escolta alero DeMar DeRozan y el base Lonzo, que junto al escolta Zach LaVine y el pívot suizo montenegrino Nikola Vucevic meten miedo.
Los Suns, subcampeones de liga y campeones del Oeste, que al igual que los Bucks llegan con todo el núcleo intacto y más experiencia, se han merecido el respeto a ser el equipo a batir en la Conferencia más dura, en la que al menos otros cuatro cuentan con los elementos para estar en las Finales de la NBA.
Junto a los Suns, los Angeles Lakers, con el fichaje más espectacular del verano, la llegada del base Russell Westbrook, el exganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, tienen asegurado la formación de los últimos "Big Three" que se forman en la NBA al unirse al alero LeBron James y al pívot Anthony Davis.
Además de conseguir al veterano ala-pívot Carmelo Anthony que puede darles un gran apoyo desde el banquillo.
Pero por lo visto en la pretemporada, con marca perdedora de 0-6, los Lakers tendrán que dar solución a algunas interrogantes que se presentan sobre la posible integración de sus tres grandes estrellas en una labor productiva de equipo y si será suficiente para superar a rivales como sus vecinos, Los Angeles Clippers, que mantienen el núcleo de la pasada temporada y el objetivo del título de liga.
Como sucede con los Utah Jazz, mejor marca de la liga la pasada temporada, aunque fallaron en los playoffs.
Junto a ellos los Golden State Warriors esperan recuperar al escolta All Star Klay Thompson y, con el base Stephen Curry en su mejor momento de juego individual, además de las buenas adquisiciones que han hecho durante el verano, están listos para volver a ser un equipo de elite con aspiraciones al título de liga.
Las mismas que tendrán los Denver Nuggets con el pívot serbio Nikola Jokic, actual premio MVP de la liga, que por dos años consecutivos mostraron que pueden luchar por el título, si al final las lesiones les respetan y no vuelven a perder a jugadores franquicia como el base canadiense Jamal Murray.
Los Dallas Mavericks, que estrenan nuevo entrenador con Jason Kidd, esperan que pueda sacar del base estrella, el esloveno Luka Doncic, su mejor juego y el impulso necesario para situarse como aspirantes a grandes objetivos.
En cuanto a la presencia de jugadores españoles, ya sin Marc Gasol, al menos para el comienzo de temporada, cinco, de los seis que hay registrados, han competido durante los partidos de pretemporada, encabezados por el veterano base Ricky Rubio con su nuevo equipo de los Cleveland Cavaliers, donde se espera que sea titular para ayudar a otro intento de reconstrucción.
El pívot hispano-congoleño Serge Ibaka, que sigue recuperándose de una operación de la parte baja de la espalda, y no ha jugado la pretemporada, es junto a Rubio el otro español que saldrá de titular con su equipo de los Clippers.
Mientras que los hermanos Willy y Juancho Hernangómez tendrán como objetivo jugar el máximo de minutos con los Pelicans y Boston Celtics, respectivamente.
Los hombres altos novatos, el ala-pívot Usman Garuba (Houston) y el pívot Santi Aldama (Memphis), tendrán que esperar a este lunes para saber si van a estar en la plantilla oficial o son enviados a la Liga de Desarrollo.
El baloncesto latinoamericano ha tenido a 10 jugadores en la pretemporada, encabezados por tres dominicanos (Al Horford, Karl-Anthony Towns y el novato Chris Duarte) y otros tres argentinos (Facundo Campazzo, Gabriel Deck y el novato Leandro Bolmaro), además de los brasileños Raul Neto y Didi Louzada, junto con el mexicano Juan Toscano-Anderson y el colombiano Jaime Echenique,
Se espera que ocho de ellos comiencen la temporada y la duda está en Louzada con los Pelicans. A Echenique, exjugador de Gipuzkoa Basket, le comunicaron el pasado sábado que no estará en la nómina oficial de los Wizards, cortando su sueño de convertirse en el primer colombiano en la historia de la NBA. EFE
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