Varios grupos locales han interpuesto una demanda en un tribunal federal, exigiendo que se realice una declaración de impacto ambiental antes de proceder con la expansión del Corredor Brent Spence. El proyecto contempla pasar de ocho a 16 carriles a través del río, incluyendo un puente complementario con 10 carriles adicionales.
Los demandantes argumentan que la expansión aumentaría significativamente la contaminación del aire y el ruido, además de destruir hábitats naturales y aumentar los riesgos de inundaciones en comunidades vulnerables. Las organizaciones sostienen que estos efectos no se han evaluado adecuadamente, y que el proyecto podría tener consecuencias desproporcionadas para las comunidades minoritarias.
Pese a las críticas, los grupos destacan que aún existe margen para hacer modificaciones que reduzcan el impacto ambiental. La demanda busca frenar la ejecución del plan hasta que se consideren alternativas más sostenibles y compatibles con el entorno.
