Este próximo 7 de noviembre, el estado de Ohio estará celebrando un referéndum durante el que se consultará al pueblo sobre la admisión del uso recreativo del cannabis y en relación con la iniciativa de derechos reproductivos de Ohio, titulada oficialmente “El derecho a la libertad reproductiva con protecciones para la salud y la seguridad” y denominada en la papeleta electoral como el Issue 1 (tema 1).
De ser aprobada en el consenso democrático, la iniciativa enmendaría la Constitución de Ohio, estableciendo el derecho ciudadano a tomar –y llevar a cabo– sus propias decisiones reproductivas incluyendo el aborto, métodos anticonceptivos, tratamientos de fertilidad, el optar por permanecer embarazada y selección de cuidados tras un aborto espontaneo.
Las enmiendas restaurarían –a nivel estatal– ciertos elementos protegidos durante la era de Roe v. Wade, como el derecho al aborto hasta el momento de la viabilidad fetal, y permitiría al estado imponer restricciones después de ese punto, excepto cuando sea necesario para proteger la vida o la salud de la paciente embarazada.
La enmienda constitucional propuesta fue impulsada por un grupo ciudadano en reacción a las prohibiciones al aborto aprobadas anteriormente por la legislatura estatal. Catalogadas a nivel nacional como una de las restricciones más severas de todo el país, estas no están en vigor ya que se encuentran bajo la revisión de la Corte Suprema del Estado.
Al cierre de esta edición, la boleta (papeleta) electoral se había convertido en eje de controversia y los propulsores de la medida acudieron a la Corte Suprema alegando que la redacción hecha por el secretario de Estado Frank LaRose desfavorece las enmiendas mediante la utilización de un lenguaje que puede ser disuasivo para el elector.
Por ejemplo, en la descripción sumaria se habla de “unborn child” (niño sin nacer) en vez de utilizar el término científico/médico que sería “feto”. También solo se refiere al aborto como derecho reproductivo en la consulta, excluyendo el resto de los aspectos presentados.
Por otro lado, en relación con la medida que busca regular la marihuana para uso recreacional, Ohio se une a otras jurisdicciones –incluyendo Pensilvania– que están considerando esta posibilidad. Al momento, 23 estados y Washington, DC, han legalizado el cannabis para consumo cotidiano.
Si se aprueba el proyecto, según se ha propuesto en Ohio, la marihuana estaría regulada de forma similar a la que el estado maneja el uso y distribución de bebidas alcohólicas, permitiendo el acceso a productos derivados de la planta a residentes mayores de 21 años.
También revisará el código existente para permitir que la persona pueda tener posesión de hasta 2.5 onzas de la sustancia en su forma de “flor” o picadura, y establecería un impuesto sobre las ventas del 10%.
De igual forma, la medida propone una división que funcione como parte del Departamento de Comercio para que se encargue de supervisar la emisión de licencias para dispensarios autorizados. Además, ordenaría al Departamento de Desarrollo iniciar un estudio que determine si las leyes actualmente existentes sobre la marihuana han impactado de forma desproporcionada a personas y comunidades marginadas.
Paradójicamente, a pesar de que en años recientes un gran número de estados ha legalizado o se encuentra en vías de regular, el cannabis continúa siendo ilegal en lo concerniente a la esfera federal.
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*En el referéndum pautado a efectuarse como parte de las elecciones de noviembre, los votantes de Ohio podrán decidir si el estado legaliza el uso recreacional de la marihuana y también incorporar el aborto como un derecho protegido por la Constitución estatal. (CC/Jimmy Emmerson)