Una interrupción tecnológica global obligó a suspender vuelos, desconectar bancos y dejar fuera del aire a medios de comunicación el viernes, tras una actualización defectuosa de software emitida por CrowdStrike que afectó a computadoras con Microsoft Windows. Aunque CrowdStrike indicó que el problema no era un ciberataque, sino un fallo en la actualización, las repercusiones se extendieron rápidamente.
Las largas colas se formaron en aeropuertos de Estados Unidos, Europa y Asia, ya que las aerolíneas perdieron acceso a servicios de facturación y reserva justo cuando muchos viajeros se dirigían de vacaciones de verano. Los hospitales y consultorios médicos también enfrentaron problemas con sistemas de citas, lo que llevó a la cancelación de cirugías.
El Aeropuerto Internacional de Cincinnati/Norte de Kentucky (CVG) experimentó demoras y cancelaciones significativas debido a la interrupción. La portavoz de CVG, Mindy Kershner, aconsejó a los viajeros verificar el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto, mientras el aeropuerto abordaba el problema en redes sociales.