Cuando conocí a Carlos García León, me intrigó cómo se identificó.
Usó el concepto “latine’ en lugar de ‘latinx’.
Mi crisis de identidad me coloca entre latinx y méxico-estadounidense, pero quería entender lo que significaba ‘latine’.
Hablando con Carlos, me explicó el significado, además por qué está luchando como un joven músico de la comunidad LGTBQ+, y la necesidad de igualdad cultural en su mundo.
Carlos se mudó a los Estados Unidos desde Puebla, México, en 2004 y creció en Hoffman Estates, un suburbio de Chicago.
Según su biografía en bipocarts.com, obtuvo una Licenciatura en Música en Interpretación de Fagot de la Universidad de Illinois.
En 2017 se mudó a Ohio para asistir a la Universidad de Cincinnati y obtener su Maestría en Administración de Artes y otra en Administración de Empresas.
La Mega Nota: ¿Cómo te diste cuenta de la necesidad de igualdad cultural dentro de tu mundo?
Carlos García: Cuando estaba por terminar de sacar mi licenciatura y empezar mi maestría, me di cuenta de que era el único mexicane en la orquesta, o no tocaban música de compositores latines. Todo mundo conoce a Beethoven o Tchaikovsky, pero nadie conoce a compositores latines o que no sean de Europa, como Gabriel García.
La Mega Nota: A muchos pronombres le agregas una ‘e’ al final, como en ‘mexicane’ y ‘latine’. ¿Por qué?
Carlos García: Por como aprendimos el español, muchos entendemos lo que significa ‘latino’ y ‘latina’, y se comprende que ‘latino’ abarca a todo latino y latina. Si uno, por ejemplo, tiene cinco amigas, uno dice, “Voy a salir con mis amigas”, pero si le agregamos un amigo, eso se convierte en ‘Voy a salir con mis amigos’. Entonces ¿qué pasó con las demás mujeres? Al final de mi licenciatura entendí que había un término, ‘latine’, lo cual es un desafío de género en el español. Identificándome como ‘latine’ me hace sentir más inclusivo.
La Mega Nota: ¿Crees que hemos mejorado como sociedad en aceptación de la comunidad LGBTQ+?
Carlos García: Muchas cosas buenas han sucedido como la legalización del mismo sexo, hay más representación LGBTQ+ en el arte, entre otras cosas, pero mucho aún se encuentra entre lo heteronativo. Ser como me identifico –queer– es una lucha grande contra las normas patriarcas y hay muchas batallas que se han dejado atrás. Aún se les puede correr del trabajo, no darles permiso para vivir en hogares, negarles préstamos de banco; y si uno es transexual, hay más probabilidad de morir a los 30 años. Por eso estoy luchando… no por las culturas antiguas machistas sino por las generaciones que vienen después de mí.
La Mega Nota: ¿Cuál ha sido tu experiencia en Cincinnati como joven de la comunidad LGBTQ+?
Carlos García: En Cincinnati ha sido una experiencia buena ya que vivo en el mundo del arte, el cual es más aceptable, pero fue aquí el primer lugar en el que me gritaron términos despectivos mientras caminaba por la calle. Pero aquí me siento bien y recibo apoyo.