Santiago de Chile, 4 jul (EFE).- Las autoridades electorales de Chile reanudaron este domingo el acto inaugural de la convención constitucional que da el pistoletazo de salida a la redacción de la nueva Carta Magna, tras pausar de forma abrupta la cita durante casi una hora por la irrupción de un grupo de constituyentes.
"Reanudamos la sesión, conforme al decreto supremo. Esta es la primera sesión en que se instala la convención constitucional encargada de redactar una nueva Constitución para Chile", afirmó la relatora del Tribunal Calificador de Elecciones, Carmen Gloria Valladares.
Al grito de "No más represión", un grupo de constituyentes ligados a las protestas sociales de 2019 irrumpieron el inicio del acto, la primera reunión oficial entre los 155 redactores, exigiendo el cese de la "represión policial" contra un grupo de manifestantes que se encontraba a las afueras del antiguo Congreso Nacional en Santiago, donde se celebraba el acto.
La cita se detuvo durante casi una hora que se vivió con gran expectación en el país, y finalmente varios candidatos que se habían retirado, volvieron al lugar y se retomó el acto en el que juraron sus cargos.
"Esto es un acto democrático, no podemos estar dentro si fuera están reprimiendo, tenemos que tener una amplia mirada democrática y participativa, sin fuerzas especiales ni represión", afirmó Elisa Loncón, una líder indígena que suena como una de las posibles presidentas del órgano, durante el receso.
La jornada comenzó con masivas marchas pacíficas de los distintos grupos de constituyentes y simpatizantes, pero también se produjeron algunos disturbios en puntos cercanos a la que fuera la sede del Congreso, lo que motivó la actuación de la policía.
Algunos constituyentes electos pidieron que se retiraran las Fuerzas Especiales de la Policía y denunciaron que hubo represión y que incluso algunos de ellos fueron agredidos por los agentes.
"Esto fue una vergüenza, demuestra que hay personas que lo único que saben hacer es espectáculo y superó todos los límites de lo aceptable", agregó por su parte Teresa Marinovich, una de las 37 constituyentes oficialistas de derecha, respecto a la actitud tomada por algunos de sus pares de fuerzas progresistas e independientes.
Finalmente, y tras apaciguarse en parte la situación en el exterior y después de que la autoridad electoral constatara que no hubo heridos y detenidos, según informó, la ceremonia de retomó.
El proceso constituyente nació en 2019 como un acuerdo entre los partidos políticos para tratar de amainar la mayor crisis social en tres décadas de democracia, que estalló en octubre de ese año con masivas marchas por un modelo socioeconómico más justo y que dejó al menos una treintena de fallecidos y miles de heridos.
La elección de la presidencia del órgano, la principal tarea de esta primera sesión, esconde un tira y afloja entre las distintas fuerzas de la convención, integrada en su mayoría por ciudadanos independientes (son 48 de los 155 candidatos), la mayoría de tendencia progresista. La derecha, en tanto, solo obtuvo 37 escaños.
El órgano, compuesto por 155 personas de forma paritaria -algo inédito en el mundo- y con 17 representantes de pueblos indígenas, deberá elegir a su mesa directiva y, a partir de ahí, tendrá hasta un año para redactar la primera Constitución que emanará de un proceso plenamente democrático en la historia de Chile.
El nuevo texto, que deberá refrendarse en otro plebiscito en 2022, sustituirá al actual, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y criticado por muchos por su corte neoliberal.