Los estudiantes de las Escuelas Públicas de Cincinnati (CPS) regresaron a clases el miércoles, marcando el inicio de un año escolar lleno de cambios significativos y con un nuevo superintendente. Shauna Murphy, quien fue designada como superintendente interina en mayo, está liderando el distrito tras la pérdida de fondos de ayuda de emergencia por la pandemia. La reducción de estos fondos ha obligado a CPS a hacer recortes en transporte, servicios de salud y administración.
Entre los cambios notables se encuentra la decisión de utilizar autobuses de Metro en lugar de autobuses amarillos para estudiantes de séptimo y octavo grado. Aunque la medida representa un ajuste para algunas familias, Murphy asegura que la transición está siendo manejada con apoyo de Metro. Además, las escuelas comenzarán el año con menos enfermeras, pero Murphy confía en que las necesidades médicas serán atendidas mediante el uso de enfermeras practicantes y asistentes sanitarios escolares.
CPS también está trabajando para implementar productos menstruales gratuitos en los baños, aunque el proceso aún está en marcha. Por otro lado, se ha introducido una nueva política sobre teléfonos celulares, inspirada en un programa piloto exitoso en la escuela secundaria Hughes, que implementa fundas seguras para los dispositivos. La reorganización de edificios escolares, incluyendo el traslado de estudiantes de séptimo y octavo grado a Shroder High School, ha generado cierta resistencia, pero Murphy, con 25 años de experiencia en el distrito, cree que estos cambios son necesarios para mejorar el sistema escolar a largo plazo.