Al escribir esta historia, tuve la oportunidad de entrevistar a dos hombres valientes y trabajadores. Ambos viven en Cincinnati, además de ser amigos, fueron compañeros de empleo y son cuñados, ya que sus esposas son hermanas.
Emigraron de Oaxaca, México, una región conocida por sus tamales tradicionales hechos en hoja de plátano. Cuando les mencioné esa rica gastronomía mexicana, ambos sabían de qué hablaba y sonrieron con añoro ante la descripción.
Todo migrante deja mucho de su tierra para aspirar a una vida mejor. La familia se vuelve recuerdo, los sabores se sustituyen por otros parecidos, algunos buscan seguir con tradiciones en el nuevo país para sentirse unidos a distancia con los seres queridos. Los migrantes enfrentan muchos peligros en su recorrido. La travesía es larga, difícil y llena de obstáculos. Para muchos, el futuro es incierto. El solo poner un pie en tierra estadounidense es un logro. Una vez aquí, lo primero que buscan es un trabajo para llevar comida a la mesa de su hogar. Llegan sin papeles con el único deseo de obtener lo que no pueden en su país de origen: un salario que les permita sobrevivir.
Los dos inmigrantes de esta historia trabajaron en la empresa Gem Interiors, Inc. en Cincinnati, dedicada a la instalación de “drywall”, enmarcado y acabado. Por seguridad, sus nombres permanecen bajo el anonimato; así lo solicitaron a La Mega Nota, durante la gestión de esta entrevista. Les identificaremos como Lupito (trabajador 1) y Minito (trabajador 2).
Recibían un sueldo mínimo, iniciaban su jornada laboral a las 7 a.m. y sus días eran largos, a veces con turnos dobles de ocho, 10 o 12 horas de lunes a sábado. En una ocasión laboraron fuera de su ciudad, al norte en Cleveland, por más de un año. El patrón los alojaba en un hotel y trabajaban de madrugada hasta el anochecer, casi sin ver a sus familias. Estos dos mexicanos terminaban agotados y recibían un pago semanal sin compensación por las horas extras, aunque no lo sabían.
Uno de ellos lo hizo por más de 10 años en esta empresa, el otro cerca de seis. “En ese tiempo me sentía agradecido de que me estaban dando trabajo. Nunca se me pasó por la mente exigirles, [pues] entre más horas trabajaba era feliz”, dijo a La Mega Nota el señor Lupito (trabajador 1). Conseguir un empleo fijo con paga segura semanal es algo difícil en sus países de origen, donde el sueldo solo cubre las necesidades elementales. Desafortunadamente, esto propicia que aquí los empleadores se aprovechen de sus trabajadores y los exploten.
Lupito y Minito desconocían que su empleador estaba cometiendo un incumplimiento laboral. Gem Interiors, Inc. empleaba trabajadores como contratistas para no pagarles horas extras, una violación a los derechos laborales.
Después de varios años, uno de ellos recibió una llamada del Centro de Trabajadores de Cincinnati (CIWC, por sus siglas en inglés).
Le comunicaron que la empresa donde laboraba –Gem Interiors, Inc.– fue demandada por infracción de sueldos. Por lo tanto, debía remunerar a 182 trabajadores. El 13 de marzo de 2023, el juez Michael R. Battet del Tribunal de Distrito de los EE. UU para el sur de Ohio emitió una orden de consentimiento y juicio contra el contratista de “drywall”.
Gem Interiors, Inc. acordó pagar un total de $265 000 dólares, representando $132 500 en salarios atrasados y una cantidad igual en daños y perjuicios a 182 trabajadores. La investigación encontró que la empresa mintió sobre las horas extra trabajadas y clasificó incorrectamente a los empleados como contratistas independientes para evadir el pago. La empresa comenzó a reembolsar los salarios durante tres años a partir de abril de 2023. Gem Interiors, Inc. había infringido con anterioridad al declarar falsamente la ocupación de sus trabajadores.
Los protagonistas de esta historia ya han recibido el salario robado. Ambos se han convertido en líderes comunitarios, instando a sus compañeros a hacer sus reclamos no solo de esta empresa sino contra cualquiera otra que los haya explotado laboralmente.
“Muchos de nuestros compañeros no lo hacen por miedo, porque no tienen papeles. Otros porque aun siguen laborando con la empresa y no quieren perder su empleo. Yo les digo que lo hagan, pero muchos temen reclamar”, comenta Minito (trabajador 2).
“La primera vez que me acerqué al CIWC fue porque trabajé en otra compañía que no me quería pagar. El abogado del centro me ayudó”, recuerda Lupito (trabajador 1).
“No es regalo. Es un dinero que los trabajadores ganaron. Como migrantes, creen que les están haciendo un favor”, explicó Magda Orlander, coordinadora de programas del CIWC. Además, destaca que no todos los trabajadores son latinos. Dentro de los 182 empleados de Gem Interiors, Inc. también hay afroamericanos y anglosajones.
Juan Pérez, coordinador de membresía del CIWC, informó que no importa dónde se encuentren las personas que laboraron en la empresa. “Hay un señor que trabajó en Gems Interiors, Inc. pero ya está en México, y puede recibir su compensación, no importa que ya no viva en EE. UU”. Los mexicanos de esta historia continúan asistiendo a las reuniones mensuales del CIWC para mantenerse informados. Su objetivo es animar a más compañeros a acercarse al centro y conocer sus derechos, tal como ellos lo hicieron.
Si usted conoce a alguien que está siendo explotado laboralmente, comuníquese con el Centro de Trabajadores de Cincinnati al (513) 621-5991 o visite sus oficinas en el 215 East 14th St., Cincinnati, OH 45202. También puede enviar un correo electrónico a: manuel@cowrkers.org. Si usted es de los 182 trabajadores empleados por Gem Interiors, Inc. puede consultar el portal www.cowkers.org para recibir sus salarios robados.
“Recuerden que la unión hace la fuerza”, expresa uno de los trabajadores que abogaron por sus derechos laborales.
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Centro de Trabajadores de Cincinnati
215 East 14th St.
Cincinnati, OH 45202
(513) 621-5991
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*Reunión mensual del 31 de mayo de 2024 en el Centro de Trabajadores de Cincinnati (CIWC), donde se informó acerca de la demanda colectiva ganada en el caso de Gem Interiors, Inc. (Cortesía/CIWC)