Bogotá, 22 feb (EFE).- La emoción de la decisión histórica de la Corte Constitucional de Colombia de despenalizar el aborto hasta las 24 semanas continuó este martes de la mano de las feministas que han impulsado la demanda y de las mujeres que las han apoyado en las calles.
De nuevo frente a la sede de la Corte en Bogotá, pero esta vez sin los nervios de los más de 500 días que llevaban esperando la decisión, más de un centenar de mujeres jóvenes, con las características pañoletas verdes, volvieron a corear eslóganes que se volvieron realidad: "Es legal, es legal, el aborto en Colombia es legal".
"Le estamos entregando algo histórico al movimiento de derechos reproductivos a nivel mundial y se lo estamos entregando desde el sur global, desde Colombia", anunció la directora regional del Centro de Derechos Reproductivos, Catalia Martínez Coral, en una rueda de prensa del movimiento Causa Justa por la eliminación del delito de aborto.
Ella es una de las cinco cabezas visibles que desde Causa Justa, un movimiento que integra a más de un centenar de organizaciones feministas, impulsaron la demanda ante la Corte Constitucional.
Ayer, con el voto favorable de cinco magistrados y otros cuatro en contra, el tribunal decidió no sacar el delito del aborto del Código Penal, como reclamaba la demanda, pero sí permitir a las mujeres interrumpir de forma voluntaria su embarazo hasta las 24 semanas.
De esta forma, Colombia adoptó un modelo mixto, con el aborto libre hasta esa fecha y las causales que ya existían desde 2006 (peligro de la vida o salud de la madre, malformación del feto e incesto o violación) para el resto del tiempo.
"La decisión de ayer es histórica porque pone a Colombia no solo a la vanguardia de América Latina y el Caribe sino de casi todas las regiones del mundo", explicó a Efe la médico y pionera de Causa Justa Ana Cristina González Vélez.
Es decir que desde hoy mismo cualquier mujer que quiera interrumpir su embarazo en Colombia lo puede hacer si no han transcurrido más de 24 semanas, aunque las organizaciones son conscientes de que el sistema sanitario tardará un tiempo en adaptarse.
Igualmente creen que se necesita mucha formación entre el personal sanitario y socialización para que las propias mujeres conozcan sus derechos.
POLÉMICA POR LAS 24 SEMANAS
La decisión de la Corte, que se ha tomado como con otros hitos sociales como la eutanasia o el matrimonio homosexual ante la inacción del Congreso o del Gobierno, ha suscitado críticas por parte de sectores como la Iglesia o incluso del mismo presidente colombiano, Iván Duque, quien tomó el manido argumento antiabortista de que no se trata "de una vida en gestación sino de una vida ya con expectativa de nacer".
"Hoy hemos escuchado mucha alegría y muchas voces favorables, pero también hemos escuchado decir muchas barbaridades en torno a lo que esto significa", aseguró González, quien lamenta que una vez más no se tenga en cuenta que las mujeres tienen capacidad plena para tomar decisiones y que se haya reducido el debate a que a algunos le parezca mucho el plazo para el embarazo.
Entre el 80 y el 85 % de los abortos en Colombia ocurren en el primer trimestre, según recordaron desde Causa Justa, mientras que un 10 o 15 % se practican más tarde y apenas un 2 % son realizados en el tercer trimestre.
"Las que necesitan un aborto en el segundo o tercer trimestre del embarazo son las que enfrentan las situaciones más críticas, más difíciles, las más vulnerables, las más espantadas, maltratadas, ignoradas", recuerda la médico.
¿QUÉ VIENE AHORA?
Antes de esta decisión se calculaba que menos del 10 % de los 400.000 abortos que sucedían en el país tenían lugar dentro del sistema de salud, por lo que los retos que tiene Colombia son inmensos, sobre todo para conseguir que las complicaciones por aborto no sigan siendo la cuarta causa de mortalidad materna.
"En Colombia, la mayoría de las mujeres experimentan barreras para el acceso de los servicios de aborto y por supuesto esas barreras son más grandes en el entorno rural porque es más difícil el acceso geográfico a los servicios", recordó González.
Según el informe "Aborto no seguro, mujeres en riesgo", extraído de 428 mujeres atendidas por Médicos Sin Fronteras (MSF), el 88 % de las pacientes reportaron haber enfrentado al menos un obstáculo para acceder a la interrupción del embarazo.
Ya no son solo las dificultades geográficas, el aislamiento en el que vive gran parte de la ruralidad colombiana, sino "serias limitaciones dentro del sistema de salud colombiano para garantizar el derecho al aborto, como la objeción de conciencia, el estigma y el desconocimiento del marco legal o de los procedimientos y protocolos", según MSF.
Las mujeres siguen siendo "expuestas a situaciones de maltrato, prejuicios, ruptura de la confidencialidad y desinformación" y esto se suma a la ya de por sí difícil decisión de poner fin a un embarazo para muchas mujeres.
Irene Escudero