El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta un momento crucial en su carrera política y legal al ser el primer exmandatario sometido a un juicio penal en el país. El proceso, que comenzó la semana pasada en Nueva York, se centra en acusaciones de falsificación de documentos para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016.
La Fiscalía alega que Trump, junto con su entonces abogado Michael Cohen y otros colaboradores, conspiró para influir en las elecciones de 2016 ocultando información perjudicial. Esto incluyó un presunto pago de $130,000 dólares a Daniels para mantener en secreto una relación extramatrimonial con Trump, mientras su esposa Melania estaba embarazada.
El juicio, que ha capturado la atención mundial, enfrenta a Trump a 34 delitos graves relacionados con el intento de silenciar a Daniels, cada uno con una pena potencial de hasta 4 años de prisión. El proceso de selección del jurado concluyó recientemente, con la designación de 6 miembros suplentes que se unen a los 12 titulares ya seleccionados.
La audiencia del viernes pasado confirmó la intención de los fiscales de interrogar a Trump sobre sus otras batallas legales, incluyendo acusaciones de ataques sexuales y dos sentencias civiles de alto perfil en Nueva York. Se espera que la defensa cuestione la credibilidad de los testigos de la Fiscalía, en particular de Michael Cohen.
El juicio en Nueva York es solo uno de los cuatro procesos penales que Trump enfrenta, siendo el más personal y posiblemente el único que se resolverá antes de las elecciones presidenciales de noviembre próximo. Además de este proceso, Trump enfrenta investigaciones legales en Georgia, Washington DC y Florida, con implicaciones significativas para su futuro político y su legado histórico.
