Fráncfort (Alemania), 21 oct (EFE). - Las escritoras Najat El Hachmi, Karmele Jaio, Elvira Lindo y Rosa Montero participaron este jueves en la presentación de España como invitada de honor a la Feria del Libro de Fráncfort en 2022 en la que se destacó cuánto ha cambiado el país desde 1991.
Aquel año fue el último que España fue invitada de honor y hoy la sola composición de la mesa -cuatro mujeres, dos que escriben en idiomas distintos al castellano y una de ellas de origen inmigrante- ya reflejaba cambios en la sensibilidad, en la cultura y en la composición demográfica del país.
Montero, que ya había formado parte de la delegación en 1991 -"lo que pasa es que ya soy muy vieja y por eso estuve entonces", dijo- resaltó lo mucho que ha cambiado en dirección a una sensibilidad más democrática y más igualitaria.
"Esta mesa de cuatro mujeres no hubiera sido posible en el 91. He estado buscando quiénes estuvieron en la presentación del 91 y no le he encontrado pero es bastante probable que hayan sido cuatro hombres", dijo Montero.
Resaltó que -aunque todavía hace falta mucho por hacer- España ha pasado de ser un país altamente machista a ser uno de los menos sexistas del mundo.
"Todavía hay cosas que molestan, el 30 por ciento de las novelas que se publican están escritas por hombres y si se mira la lista del Premio de la Crítica que se entrega desde hace décadas se lo han dado solo a cinco mujeres, lo cual es una estupidez", protestó.
Sin embargo, también recordó cómo la manifestación por la igualdad de género antes del comienzo de la pandemia fue una de las más grandes de la historia del feminismo y destacó que en ella había participado también un alto porcentaje de hombres.
Lindo, por su parte, habló de que en el aspecto puramente literario ha habido una transformación desde entonces y es que los escritores y las escritoras han vuelto a tratar temas españoles después de que en los primeros años del posfranquismo hubiese una tendencia al cosmopolitismo.
"Hablar de lo propio llegó a considerarse como algo cateto, costumbrista. Eso ha cambiado. Ahora nos atrevemos a volver a nuestros propios lugares, a nuestra intimidad", dijo.
"Lo que le interesa a los lectores es ver cómo se vive en otros lugares del mundo. Aunque al final todos nos damos cuenta que somos muy parecidos", añadió.
LA EXPERIENCIA MIGRANTE
El Hachmi, nacida en Marruecos en 1979 pero que vive en la región de Cataluña desde los cinco años, destacó como uno de los cambios más importantes el que España haya pasado de ser un país de emigrantes a ser un país altamente marcado por los inmigrantes.
"Buena parte de los ciudadanos españoles hemos nacido en otra parte o tienen padres que han nacido en otra parte y hemos hablado otros idiomas en casa", dijo.
Su trasfondo migratorio, según el Hachmi, ha marcado su experiencia como escritora en la medida en que tuvo que empezar a descubrir la sociedad en que vivía un poco desde afuera y tratar de "entrar en su intimidad".
"Quizás eso sea algo difícil de entender para alguien que no ha vivido un proceso de migración. Pero para alguien que es inmigrante o es hijo de inmigrantes resulta muy difícil entrar a la casa de los vecinos (...) Cuando lo logramos, como decía Elvira, nos damos cuenta al final de que nos parecemos mucho".
En cuanto a Jaio, que escribe en euskera- idioma que se habla principalmente en el País Vasco- y traduce ella misma sus textos al castellano, resaltó esa última experiencia al decir que la traducción "es como mirarte a ti misma".
300 AUTORES TRADUCIDOS ALEMÁN
Al comienzo de la presentación el director de la Feria, Jürgen Boos, destacó que el programa incluye cosas que no se limitan a los cinco días de la Feria dentro de un año y destacó el de traducciones al alemán.
Con ese programa ya han sido traducidos más de 300 autores por lo que, dijo Boos, "pronto podremos conocer nuevas voces españolas".
Boos recordó que la idea original había sido que España fuera ya este año invitada de honor -exactamente 30 años después de la presentación de 1991- pero, agregó, "la pandemia también tenía sus propios planes" y se tuvo que aplazar la presentación de Canadá y también la de los invitados posteriores.
El ministro de Cultura español, Miquel Iceta, por su parte, destacó que, con todo lo malo que ha tenido la pandemia, había habido también un efecto positivo y es que el hábito de lectura se ha fortalecido.
"A mí ahora solo me queda invitarlos a leer a nuestros autores y nuestras autoras y recordarles que leer nos hace mejores y que el tiempo de lectura nunca es tiempo perdido", dijo Iceta.
Rodrigo Zuleta