La Habana, 18 feb (EFE).- Cuba detectó este jueves 923 casos de covid-19, la mitad de ellos en La Habana, convertida desde hace semanas en el principal foco de la pandemia en la isla y donde las medidas de mitigación todavía no han logrado disminuir los contagios.
De acuerdo con el parte diario del Ministerio cubano de Salud Pública (Minsap), el país acumula desde marzo pasado 41.688 positivos y 282 decesos, 5 de ellos en la última jornada.
De los 923 casos positivos de hoy, detectados tras procesar 17.051 pruebas PCR, 887 son autóctonos y 36 importados.
En hospitales cubanos permanecen internados 18.611 pacientes: 5.098 casos activos -22 en estado crítico y 40 graves-, 2.800 con síntomas sospechosos y el resto en vigilancia epidemiológica.
Por provincias, después de La Habana fueron Santiago de Cuba (oriente) y Pinar del Río (occidente) las que notificaron la mayor cantidad de enfermos, con 117 y 87, respectivamente.
La capital cubana, con 2,2 millones de habitantes, tiene vigentes medidas de contención que incluyen un toque de queda nocturno, pero la escasez derivada de la crisis económica que atraviesa el país obliga a que la gente deba salir a la calle y hacer largas colas para conseguir alimentos y productos básicos.
La actual tercera ola de la pandemia provocó el retroceso en la desescalada en casi todo el país excepto -de momento- en tres provincias, con medidas para frenar los contagios como el cierre de los centros educativos, bares, restaurantes y playas, y restricciones en el horario del transporte público.
Las autoridades cubanas retomaron a inicios de febrero la aplicación del aislamiento de viajeros en centros estatales y ampliaron la lista de países con los que los vuelos regulares permanecen restringidos al mínimo.
Cuba desarrolla cuatro candidatos de vacunas contra la covid-19, que están en una fase intermedia de ensayos clínicos, y espera poder inmunizar a toda su población este año.
El país no ha adquirido dosis en el mercado internacional ni forma parte de los 33 países latinoamericanos que se han sumado al Mecanismo Covax, creado con el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para favorecer un acceso equitativo a las vacunas para naciones de ingresos medios y bajos.