Tras semanas de negociaciones a puerta cerrada, los demócratas del Senado de EE.UU. revelaron este miércoles su propuesta para subir los impuestos a los multimillonarios y así pagar por el gran plan de gasto social del presidente estadounidense, Joe Biden.
El cambio en el código fiscal afectaría a quienes ganan más 100 millones de dólares al año o cuyos activos están valorado en más de mil millones de dólares, de acuerdo a la propuesta que anunció este martes en un comunicado el presidente del comité Financiero del Senado, el demócrata Ron Wyden.
En total, a partir del año próximo, unos 700 estadounidenses tendrían que pagar más impuestos si este cambio entra en vigor.
Además, la propuesta de Wyden incluye un nuevo impuesto de 15 % para las empresas con mayores ingresos.
El objetivo del llamado "impuesto de ingresos para los multimillonarios" es evitar que los más ricos de EE.UU. evadan impuestos, ya que actualmente esas personas no tienen que declarar al fisco las ganancias que obtienen de sus inversiones hasta que las venden.
Por ejemplo, quienes tienen acciones en bolsa ahora no pagan impuestos por sus ganancias, pero la nueva propuesta cambiaría eso.
Wyden, que durante años ha abogado por subir los impuestos a los más ricos, espera que su propuesta sirva para recolectar cientos de millones de dólares y pagar por el programa de gasto social de Biden.
Los demócratas aún no han llegado a un acuerdo sobre qué se incluirá en ese paquete de gasto social, que al principio estuvo valorado en unos 3,5 billones de dólares pero cuyo tamaño se ha ido reduciendo significativamente por petición del flanco centrista del partido.
Actualmente, se espera que el plan esté valorado en 1,75 billones de dólares y sirva para incrementar el gasto en sanidad, cuidado de menores y crisis climática, entre otros asuntos.
Desde hace días, los demócratas están negociando a contra reloj para intentar llegar a un acuerdo sobre ese paquete social antes de que Biden viaje mañana jueves a Roma para la cumbre de líderes del G20, desde donde irá a Glasgow para la cumbre del clima COP26.
Un acuerdo en el plan de gasto social allanaría el camino para la aprobación en la Cámara Baja de una ley de infraestructuras de 1,2 billones de dólares que ya ha sido avalada por el Senado.
La líder demócrata de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, ha fijado el 31 de agosto como fecha límite para sacar adelante la ley de infraestructuras, ya que ese día expirarán los fondos destinados para autopistas y otras vías de tránsito.
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