Es un hecho persistente, a lo largo de la historia, en todos los países del planeta, las mujeres ganan menos dinero que los hombres.
Esto ocurre en los Estados Unidos, donde ellas ganan alrededor del 79% en comparación con ellos.
De igual forma sucede en Japón, donde ganan el 73% del salario de un hombre, y en Dinamarca un 15%.
¡Usted no encontrará un país donde ambos grupos tengan igualdad de ingresos!
El gran debate global no se enfoca en comprobar que hay disparidad salarial de género; es la razón por la que esta brecha existe.
Es fácil pensar que la diferencia es el resultado de la discriminación de género, una economía que no cree que las mujeres puedan desempeñarse tan bien como los hombres.
Algunos detractores señalan que las mujeres seleccionan empleos en ciertas áreas que pagan menos, mientras que otros adjudican la brecha a las carreras educativas que persiguen hombres y mujeres.
Un reciente estudio presentó un caso convincente para otra explicación: la brecha salarial de género es prácticamente una penalidad por tener hijos.
La investigación proviene de Henrik Kleven, un economista de la Universidad de Princeton.
Lo hizo utilizando datos de una nación con una de las redes de seguridad social más sólidas del mundo: Dinamarca.
Este país ofrece a los nuevos padres un año completo de licencia remunerada después del nacimiento de un hijo.
El gobierno facilita cuidado infantil público para niños menores de tres años, por el equivalente a $737 al mes, una fracción de los costos promedio en los Estados Unidos.
Si bien una licencia por maternidad es sin duda una política favorable para la familia, no es el tipo de práctica que solucionará la brecha salarial de género.
En todo caso, puede ampliarla al sacar a las mujeres de la fuerza laboral durante un año, probablemente reduciendo su potencial de ingresos en el futuro.
Otro estudio, dirigido por Marianne Bertrand de la Universidad de Chicago, se hace eco de esa conclusión.
Examinó los ingresos de miles de graduados de escuelas de negocios.
Encontró que las mujeres ganaban un salario promedio de 115,000 dólares tras terminar la escuela de posgrado, mientras que los hombres ganaban 130,000 dólares.
Los hombres también trabajaban, en promedio, algunas horas más a la semana y tenían un poco más de experiencia previa cuando ingresaron a la fuerza laboral.
La política también juega su papel aquí.
Por ejemplo, los países tienen la capacidad de moldear cómo es la crianza de los hijos con la forma en que estructuran la licencia parental.
Fuera de Dinamarca, la mayoría de los países escandinavos han decidido que es un bien social alentar a los hombres a tomarse un tiempo libre después del nacimiento de su hijo, y se asignó una cantidad determinada de días libres solo para ellos.
Es una decisión que cada país toma sobre si deben promulgar políticas que aporten más equidad a su fuerza laboral u otras que coloquen la parte desproporcionada del cuidado infantil en las mujeres.