Dacca, 28 mar (EFE).- Al menos doce personas murieron, las dos últimas este domingo, y decenas más resultaron heridas después de tres días de protestas islamistas contra la visita a Bangladesh del primer ministro indio, Narendra Modi, un nacionalista hindú al que acusan de atacar a la comunidad musulmana en la India.
Las protestas han sido impulsadas sobre todo por el grupo islamista Hefazat-e-Islam y comenzaron el viernes con la llegada de Modi a Dacca para una visita de dos días con motivo del 50 aniversario de la independencia de Bangladesh, y aunque el jefe del Gobierno indio abandonó anoche el país, los choques de los manifestantes con las fuerzas de seguridad y simpatizantes del gobierno continuaron.
En esta tercera jornada las dos muertes se produjeron en el distrito oriental de Brahmanbaria, donde habían fallecido ya otros seis manifestantes desde el inicio de las protestas, a lo que se sumaron cuatro muertes el viernes en la meridional Chittagong.
El jefe del hospital local Brahmanbaria Sadar, Shawkat Hossain, confirmó a Efe las dos muertes, sin proporcionar más detalles.
Un médico de la sala de emergencias, Fayzur Rahman, explicó a Efe que uno de los manifestantes falleció desangrado después de ser trasladado al centro de salud, y atendieron además a una docena de heridos. Otro doctor, Ekram Ullah, elevó el número de heridos a 30.
El portavoz del grupo islamista, Jakaria Noman Foyezi, aseguró por su parte a Efe que más de 200 simpatizantes del grupo resultaron heridos durante los enfrentamientos.
Varios medios locales informaron que Brahmanbaria se convirtió este domingo en un campo de batalla cuando los partidarios de Hefazat-e-Islam salieron a las calles.
La agencia de noticias local UNB informó que los activistas de Hefazat incendiaron tres edificios, incluida una oficina gubernamental, y atacaron un tren, lo que provocó la suspensión de las comunicaciones ferroviarias entre varias ciudades.
Hefazat-e-Islam saltó a la fama en 2013, cuando miles de estudiantes afiliados a esta agrupación de entidades religiosas se manifestaron en las calles para demandar la pena de muerte para los blogueros defensores de ideas seculares, y para reclamar al Gobierno que abandonase sus políticas de igualdad de género.
La protesta, que se consideró contraria al Ejecutivo, tuvo lugar solo unos meses antes de las elecciones generales de 2014 y acabó en fuertes choques con la Policía cuando trataba de desalojar a los manifestantes de una zona comercial en Dacca, dejando 58 muertos, entre ellos siete miembros de las fuerzas de seguridad.