El censo de Estados Unidos mostró por primera vez desde 1790 una caída de la población que se considera blanca, que se redujo en un 8,6 % en la década entre 2010 y 2020.
Así lo apuntan los datos publicados este jueves, según los cuales Estados Unidos registró una población de 331.449.281 personas en el empadronamiento de 2020, con la población blanca como el grupo mayor (235 millones) y la hispana como la minoría más grande, formada por 62,1 millones.
"Nuestra población es mucho más multirracial diversa y multicultural que lo que habíamos medido antes", señaló Nicholas Jones, director de la División de Investigación Racial y Étnica en la agencia.
Del total de la población, el mayor grupo sigue siendo el de los blancos, 235 millones de personas, de los cuales 204,3 se identifican como solo exclusivamente blancos y 31,1 como blancos y de otra raza o etnia.
La minoría más numerosa de la población estadounidense la componen los 62,1 millones de latinos o hispanos. De este grupo disminuyó en una década en un 53,9 % los que se consideran "blancos", y aumentó en 567 % quienes se dicen de "dos o más razas".
La tercera categoría más numerosa de población después de los "blancos" y los "latinos" la componen quienes, ante el cuestionario presentado por el Censo, optaron por identificarse como miembros de "alguna otra raza", una selección a la cual se afiliaron 49,9 millones de personas.
Éste es el grupo de población que ha tenido, porcentualmente, el mayor incremento desde el censo de 2010, con un incremento del 733 %, indicó Jones.
La cuarta categoría la componen los negros o afroamericanos, que suman 46,9 millones de los cuales 41,1 millones se identifican exclusivamente con esa raza.
La quinta categoría la forman quienes se identifican con dos o más razas, y que suman 33,8 millones de personas.
En su índice de diversidad racial y étnica, la Oficina del Censo encontró que los estados con la población más diversa son Hawaii y California, seguidos por Nevada, Texas, Maryland, el Distrito de Columbia, Nueva York y Nueva Jersey.
El Censo se realiza en EE.UU. cada diez años por mandato constitucional, y de sus resultados depende la distribución de representaciones políticas de los estados en el Congreso y el Colegio Electoral, y de miles de millones de dólares en fondos federales para infraestructura, educación, salud, vivienda y servicios sociales.
La Oficina del Censo divulgó sus estadísticas sobre la base del empadronamiento realizado el año pasado en medio de la pandemia de la covid-19.
El censo también tuvo que lidiar con los esfuerzos del entonces presidente Donald Trump por incluir la pregunta sobre ciudadanía en el formulario de empadronamiento, y por excluir a los inmigrantes indocumentados cuando llegara el momento de distribuir las representaciones políticas de cada estado.
Estos resultados adquieren importancia crucial para los partidos y candidatos políticos que buscan adaptar sus campañas al perfil demográfico de sus votantes y la diputación de cada Estado en el Colegio Electoral.