Madrid, 7 mar (EFE).- Por una cuestión de arraigo a las tradiciones, en Anantapur (India) muchos padres siguen sin permitir que sus hijas jueguen al fútbol. No es el caso de Uma Devi, a quienes los suyos sí le permitieron inscribirse en la Academia de Deportes de Anantapur. Son cinco veces ya las que ella ha sido seleccionada para su campamento no residencial.
El ejemplo de Uma Devi, una joven que sueña con "ser ingeniera informática y crear inventos que sean útiles para la sociedad", refleja un cambio de paradigma.
"El reto más difícil ha sido integrar a las chicas en las actividades deportivas. En Anantapur ninguna practicaba deporte. Actualmente, el 45 por ciento de los participantes son chicas. Está produciéndose un cambio de mentalidad necesario para avanzar en la cultura de la paz y la igualdad", subraya el director de la academia, Sai Krishna.
La entidad promueve desde el año 2000 un proyecto deportivo, que se ha convertido en una de las principales herramientas para el desarrollo de la juventud y para la integración social de las clases menos privilegiadas y marginadas de la India rural.
"Todos los días ves a los chicos y chicas jugando juntos y estamos aprendiendo que en este deporte no hay género, todos somos iguales", apunta Narendra, uno de los jóvenes que participan en el proyecto.
A pesar de la pandemia, 330 niños y niñas de las comunidades más desfavorecidas del distrito de Anantapur siguen disfrutando y aprendiendo a través del fútbol, gracias al acuerdo de colaboración que desde hace un lustro mantienen la Fundación Vicente Ferrer, LaLiga y su fundación para apoyar el programa de deportes que desarrolla la Anantapur Sports Academy (ASA).
Las entidades adaptaron las diferentes acciones previstas en el marco del acuerdo de la temporada 2020/2021 para organizar una formación dirigida a 29 jóvenes de la zona, en la que entrenadores y entrenadoras de la academia han compartido experiencias, fomentando el intercambio de información sobre entrenamientos, metodologías y conocimientos necesarios para la óptima práctica del fútbol, además de transmitir los valores positivos asociados al deporte en general y al fútbol en particular.
El pasado mes de enero se organizaron varias competiciones de fútbol mixtas, bajo un protocolo sanitario, con 274 participantes de categorías sub-7 y sub-9.
Asimismo, como parte de las actividades incluidas dentro de la academia no residencial, 36 jóvenes y niñas fueron seleccionadas para jugar a fútbol en diferentes ligas, además de participar en sesiones de capacitación impartidas por los entrenadores de la academia y de habilidades que fomentarán su desarrollo personal en su día a día.
"Yo juego al fútbol desde que tengo 8 años y soy entrenadora desde hace dos. Enseño a los niños y niñas de Kalyanadurgam las habilidades que aprendí en los talleres. Recientemente, he recibido una oportunidad de trabajo en este proyecto y estoy muy feliz por ello, ya que puedo ayudar a mi familia y además me ayudará con mi formación", afirma Pravallika.
Las imágenes de niños y niñas, jugando juntos bajo sus directrices, refleja un cambio de paradigma. El espíritu del 8M ha llegado también a las zonas rurales de India.
Lucía Santiago