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Humor

El Guacamole de La Mega | Noviembre 2023

por Chevy González (editor@lamegamedia.com)


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Mujer hispana es acusada de robofobia en Pittsburgh

 

El 16 de octubre, la ciudad de Pittsburgh se convirtió en centro de atención a nivel global con el lanzamiento de BARD CMG-1, un robot humanoide autocontrolado por inteligencia artificial que fue registrado oficialmente como ciudadano estadounidense, pasando a ser el primer androide en la historia de contar con derechos humanos.

No obstante, el celebrado logro de las ciencias tecnológicas se vio abruptamente tronchado tres días más tarde cuando una mujer puertorriqueña, identificada por las autoridades como Yaret Jiménez de 27 años, armada con un bate de béisbol destruyó –a golpes– al robot en un confuso incidente que se suscitó mientras ambas partes viajaban en un autobús de Port Authority en el vecindario de Oakland. 

Según el reporte de la policía, el lunes 16 de octubre a eso de las 5:25 p.m. BARD CMG-1 viajaba en la ruta del autobús 61D cuando fue atacado. Los hechos fueron captados por cámaras de seguridad del vehículo y también por múltiples testigos que grabaron lo sucedido con sus dispositivos celulares.  

BARD CMG-1 (Biotechnological Android for Research and Development Carnegie Mellon Google 1) fue el producto de una colaboración que fusiona el más avanzado sistema de inteligencia artificial desarrollado por la megacorporación cibernética Google, integrado a un sofisticado robot biotecnológico diseñado por la universidad de Carnegie Mellon (CMU).

Su costo de fabricación fue de $253 millones y sus gastos operacionales se estiman entre los $100 000 a $180 000 mensuales. BARD CMG-1 hablaba seis idiomas incluyendo el español, trabajaría como profesor de robótica en CMU y viviría de forma independiente en un acogedor apartamento en el exclusivo vecindario de Shady Side.

Además, había sido programado para ser un ciudadano modelo, capaz de reconocer e intervenir frente a cualquier tipo de crimen o infracción a la ley. 

A través de un comunicado de prensa conjunto, la administración de CMU y Google lamentaron la situación, que catalogaron como un “acto barbárico de robofobia”. 

“La ignorancia nos hace retroceder como sociedad, la tragedia del pasado 16 de octubre refleja la enajenación de muchas personas hacia la realidad del siglo 21. Le deseamos un juicio justo a la señora Yaret Jiménez, pero esto fue un robocidio y esperamos que caiga sobre ella todo el peso de la ley”.

El Guacamole de La Mega conversó en exclusiva con Yaret Jiménez, madre soltera de un bebé de cuatro meses y quien se dedica a la limpieza de casas para personas adineradas. La mujer se encuentra libre bajo fianza mientras aguarda por el proceso judicial. 

“Sí, yo rompí la porquería esa. Y si lo vuelven a armar –y yo lo veo por ahí– vuelvo y se los rompo, a mí no me importa”, explicó Jiménez antes de ofrecer su versión de lo ocurrido. 

Según relató la boricua, ese lunes en la tarde, después de haber trabajado todo el día recogió a su bebé en la guardería y abordó el autobús junto a su amiga Camille rumbo al supermercado.

“Cuando yo entro a la guagua (autobús) me toca sentarme frente al demonio ese, pero yo no le tenía miedo. Estábamos en la parte de atrás, el bebé tenía hambre y me saqué el pecho para amamantarlo. En eso el robot viene y me dice –en español– que yo no puedo hacer eso porque era una exposición indecente. Naturalmente yo le dije que se fuera ‘pal c***jo’, pero entonces, sin mediar palabra, me quita la cobija del bebé y me la tira encima como para cubrirme”, narró Jiménez. 

“Yo le advertí que me dejara tranquila o que le iba a tener que romper el ‘jocico’. Pero él se levanta como para intimidarme y me amenaza con llamar a la policía. Ahí se me salió lo boricua, le di el bebé a Camille para que me lo aguantara, y le metí un burronazo (puño) en la nariz al demonio ese. Entonces se me fue a tirar encima para aguantarme, pero un muchacho –que no sé de dónde lo sacó– me pasó un bate, y entonces le caí a palos a la máquina esa con todas mis fuerzas hasta que lo dejé hecho una chatarra”. 

“A mi ninguna máquina me va a decir cuándo o dónde yo puedo alimentar a mi bebé”, concluyó. 

Al cierre de esta edición, la Fiscalía estatal aún no había señalado la fecha para el inicio del juicio. 

 

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*Una imagen ampliada, captada con cámaras de seguridad, durante el momento que el ciudadano estadounidense BARD CMG-1 culminaba su jornada laboral en una empresa de Pittsburgh, antes de abordar el autobús de la ruta 61D, donde ocurrió el incidente. (CC/Simon Abrams)

 

**El Guacamole es la primera columna humorística de La Mega Nota para analizar “casos y cosas” de interés nacional. La idea de escribir esta crónica ficticia nació del consenso editorial en agosto de 2023. Cualquier parecido con la realidad es una simple coincidencia. 




 

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