Belgrado, 16 ene (EFE).- En medio de escaso interés ciudadano comenzó este domingo el referéndum sobre enmiendas constitucionales en Serbia, donde el presidente, Aleksandar Vucic, criticó hoy duramente la negativa de Kosovo de no permitir centros de votación para la minoría serbia local.
"Esto tendrá consecuencias de largo alcance", aseguró el mandatario nacionalista populista, citado por la agencia de noticias serbia Tanjug, sin dar más detalles al respecto.
Vucic añadió que los países permiten esa actitud de Pristina y "parecen creer que los serbios son idiotas", por lo que no es necesario que "sepan todo".
Varios cientos de serbio-kosovares protestaron hoy contra la prohibición de votar en sus barrios en la parte norte (serbia) de Mitrovica, una ciudad situada al norte de Kosovo.
El Parlamento de Kosovo rechazó las peticiones serbias y de la comunidad internacional para que los serbios (unas 100.000 personas) pueda participar en el referéndum y sólo aceptó la votación por correo o depositar el voto en la oficina serbia de enlace en Pristina.
Kosovo, habitado en su gran mayoría por albano-kosovares, declaró su independencia en 2008 que Belgrado aún no acepta.
Serbia celebra hoy un referéndum sobre enmiendas constitucionales que pretenden despolitizar la Justicia.
Concretamente, se eliminará el rol del Parlamento en la elección de jueces y fiscales, de acuerdo a una reforma a la que Serbia se ha comprometido en el marco de sus negociaciones de entrada en la UE.
A las 10.00 hora local (09.00 GMT) había participado apenas un 3,6 % de la población con derecho a voto, informó la Comisión electoral de Serbia.
La consulta, que necesita una mayoría simple para aprobar las enmiendas impulsadas por el Gobierno, terminará a las 20.00 hora local de hoy.