La Cincinnati Country Day School, ubicada en Indian Hill, ha implementado una estricta prohibición de teléfonos celulares que está alterando la dinámica escolar. Aunque la política no es nueva, su aplicación sí lo es, con maestros recogiendo los dispositivos al inicio del día escolar y devolviéndolos al final.
Este cambio ha sido bien recibido por estudiantes como Isabel Ramírez, quien solía pasar horas en su teléfono antes de la nueva normativa. Ahora, Isabel afirma conocer mejor a sus compañeros y ser más productiva, reflejando una tendencia que apunta hacia una mejora en la salud mental, el rendimiento académico y el comportamiento social.
El respaldo a esta medida se extiende a nivel estatal, con el gobernador de Ohio y el vicegobernador expresando su apoyo a la prohibición de teléfonos celulares en las escuelas. Otras instituciones educativas también están reconsiderando sus políticas al respecto, algunas optando por enfoques similares de recolección de dispositivos al inicio de cada clase.
Este cambio, aunque desafiante, está generando resultados positivos, promoviendo una mayor interacción entre los estudiantes y fomentando conexiones más profundas en el entorno escolar. Es un paso hacia un ambiente educativo más centrado y comprometido.