CINCINNATI, Ohio — Cientos han salido a las calles de Cincinnati para manifestarse contra la muerte de George Floyd, el afroamericano de 46 años de edad que perdió la vida en manos de un policía blanco, en Minneapolis, Minnesota, el 25 de mayo de 2020.
El video del uniformado presionando su rodilla contra el cuello de Floyd en el pavimento –difundido en medios y redes sociales– ha conmocionado a la comunidad estadounidense, provocando protestas a nivel nacional, exigiendo justicia, alto a la brutalidad policial, al racismo y a los crímenes de odio.
Desde entonces, distintas organizaciones, activistas, grupos locales y miembros de la comunidad continúan alzando sus voces “hasta que se haga justicia por tantas víctimas que han perdido la vida por el uso excesivo de la fuerza policial y el odio racial”.
“Uniéndonos para pedir justicia es como hacemos el cambio en la sociedad, podemos protestar, alzar las voces y hasta morir, pero con nada de esto lograremos ese cambio anhelado, al menos que nos comprometamos a ser parte del proceso. Necesitamos interceder para crear políticas e influir sobre quienes hacen las leyes; no hacerlo no es una opción”, dijo Joe Mallory durante una manifestación pacífica en Washington Park.
En la comunidad activista, Mallory se destaca como el primer vicepresidente del capítulo regional de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, por sus siglas en inglés).
En esta convivencia multirracial se recordó los nombres de otras víctimas como Ahmaud Arbery (23.02.2020, Georgia), Breonna Taylor (13.04.2020, Kentucky) y Sam Dubose (19.07.2015, Ohio), entre otros mencionados en un minuto de silencio.
Con carteles mostrando el hashtag #ICan’tBreathe se revivía esa última frase de George Floyd cuando imploraba al exoficial Derek Chauvin que retirara su rodilla del cuello porque no podía respirar.
Otros llamaban la atención con mensajes pro justicia y de repudio al racismo:
“Sin justicia no hay paz”, “Soy negro, mi vida importa”, “No más policías asesinos”, “Alto a la violencia racista”, “Ya basta…fue suficiente”, “Siempre ha sido lo mismo, en diferentes décadas” y “Estamos cansados de tanta injusticia”.
Los manifestantes han mantenido sus acciones sin parar, recorriendo las principales calles de la ciudad de Cincinnati, congregándose en masas, marchando, alzando pancartas, gritando consignas y hasta cerrando la autopista I-75.
Algunas de las actividades nocturnas convocadas terminaron en disturbios y las autoridades –a través de una ordenanza municipal de emergencia firmada por el alcalde John Cranley, el 31 de mayo de 2020– extendieron el toque de queda para la ciudad de Cincinnati.
En conferencia de prensa, Cranley compartió sus experiencias de observación de las manifestaciones frente al edificio del distrito policial número 1, destacando que muchas de las personas blancas que integraban la multitud estaban “claramente comprometidas con la incitación de violencia”.
“Tenemos que ser realistas acerca de lo que está pasando y saber diferenciar entre quienes están enfadados con el sistema judicial y, en particular, con la relación entre la policía y la comunidad afroamericana y aquellos individuos que tienen otra agenda para atacar a gente inocente. Mientras estuve en las calles Liberty y Vine, donde se dieron arrestos por violación del toque de queda, creo que todas las personas arrestadas eran blancas”, explicó Cranley.