“La cultura cura, las raíces son salud. No aceptar sus raíces, es como un árbol sin ellas, que está vivo por un período limitado de tiempo para luego comenzar a deteriorarse”.
Con estas palabras, Jorge Pérez, presidente de la YMCA-Cincinatti, metaforiza el orgullo de su herencia y sangre mexicana, mientras al mismo tiempo es un ciudadano nacido y criado en los Estados Unidos.
Pérez es de primera generación, nacido de padres inmigrantes. Su madre era de San Lorenzo y su padre de Matamoros.
“Nací en McAllen, Texas; en ese tiempo era común que personas de México cruzaran la frontera periódicamente para trabajar y hacer compras. Mi madre sincronizó mi nacimiento, para que yo viniera al mundo mientras ella estaba en territorio estadounidense, y de esta forma servir de ancla para que mi familia se estableciera en este país”, recordó Pérez.
Contó que su familia era de clase trabajadora, creciendo entre carpinteros y mecánicos.
De joven llegó a pensar que en el futuro se vería involucrado en este tipo de oficio.
De hecho, por mucho tiempo su familia se destacó como trabajadores migrantes, viajando de Texas a California, hasta lugares tan remotos como Michigan y Minnesota.
Explicó cómo dentro de esta dura vida, encontraba felicidad con su familia, siempre bien unida. Nunca abandonó sus estudios, y al terminar la escuela secundaria, un mentor de su iglesia le sugirió continuar la universidad.
“Nunca había contemplado esta opción, y decidí ir a hacer una licenciatura en una universidad en Kansas City. Fue difícil ya que al irme lejos de mi familia, sentí como si les estuviera abandonando, pero seguí adelante y no solo obtuve mi diploma, sino que obtuve dos grados de maestría”
Su carrera universitaria, inspiró al resto de su familia a hacer lo mismo.
Todos sus hermanos y hermanas cursaron estudios post secundarios, llevando a cuatro de ellos a terminar grados de maestría.
De hecho, su madre también asistió a la universidad, obteniendo un grado asociado y pasando de
limpiar hoteles a ser consejera para ayudar a personas víctimas de adicciones a las drogas y el alcohol.
El apoyo y recomendación de su mentor, despertó en Pérez un deseo de hacer lo mismo por otros jóvenes hispanos, para que salieran adelante y tomaran ventaja de las oportunidades que ofrece este país, llevándolo a trabajar con la YMCA, apoyando a jóvenes que tanto lo necesitan.
Se ha destacado laborando para la YMCA a través de todo el “midwest”, llevando su ayuda incondicional a personas en St. Louis, Chicago, Indiana y –tal como se lo propuso– llegar a presidir una de estas en Cincinatti.
Se le preguntó, ¿cuán necesaria es una reforma migratoria en los Estados Unidos? y respondió asegurando que se trata de un tema que ha sido politizado, lo cual no debe ser.
“Si miramos la realidad del inmigrante, estadísticamente vienen a este país para trabajar. Y si analizamos el tema, históricamente han sido inmigrantes quienes han levantado y puesto adelante esta nación”.
Aprovechó para referir una experiencia personal:
“Mi familia es un vivo ejemplo de esta tendencia. Tengo hermanos quienes han servido en las fuerzas armadas, otra maestra y mi madre es consejera. Todos hemos prosperado en una forma productiva para el país. Definitivamente, el gobierno debe buscar una forma eficaz y humanitaria para mejorar el sistema migratorio actual”.