Bogotá, 17 feb (EFE).- La Iglesia Católica de Colombia tuvo que adaptar la celebración del Miércoles de Ceniza a las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19, con lo cual son los propios feligreses quienes se ponen la cruz en la frente, en vez de recibirla del sacerdote.
Con las medidas de bioseguridad vigentes, entre las que está el distanciamiento social y una ocupación baja de los templos, la Catedral Primada de Bogotá, ubicada en la céntrica Plaza de Bolívar, abrió sus puertas para decenas de personas que llegaron y recibieron en sus manos la ceniza, rito que marca el inicio de la cuaresma.
Los sacerdotes, en lugar de dibujar ellos mismos la cruz, pusieron las cenizas con cucharas pequeñas de plástico en las manos a los asistentes, que una vez volvían a sus puestos se la esparcían en la frente.
"Ha habido muy buena afluencia de público a pesar de que el centro de Bogotá está solo, pero ha venido mucha gente. Se tienen normas de bioseguridad: la ceniza se le pone en la mano izquierda al fiel y él con su mano derecha se la aplica en la frente", afirmó a Efe el diácono permanente de la Diócesis de Fontibón, Óscar Eduardo Castro.
El religioso agregó: "No hay contacto físico, estamos todos con tapabocas y la gente ha aceptado. A uno que otro no les gusta la situación, pero en general han aceptado muy bien como se está aplicando la ceniza".
El sacerdote señaló que las únicas excepciones que han tomado son con "gente discapacitada" a la que "se le ha colocado la ceniza tradicionalmente porque no pueden hacerlo, pero de resto todo el mundo se aplica la ceniza" con sus propias manos.
OTRAS POSIBILIDADES PARA APLICAR LA CENIZA
La Arquidiócesis de Bogotá propuso otras dos formas para poner la ceniza en la capital colombiana, donde las iglesias están abiertas desde el año pasado pero deben cumplir con medidas de bioseguridad y restricciones de ocupación.
Una de ellas es que la imposición de la ceniza ocurra fuera del templo, capilla, centro religioso o lugar de paso con afluencia de fieles y "que, según la necesidad y el contexto, el sacerdote o laico puede adaptar".
"Se respetará estrictamente el aforo autorizado para cada templo, de modo que los fieles entren por grupos. Después de cada celebración de la palabra se hará la desinfección del lugar y seguirá el siguiente grupo", precisó la Arquidiócesis en un comunicado.
La otra opción es que "los sacerdotes dispondrán pequeñas porciones de ceniza para las personas que la soliciten con la sana intención de celebrar en casa este sacramental".
Colombia tiene a la fecha más de 2,2 millones de contagios de covid-19 y 57.949 personas han muerto, cifras que hacen del país el tercero más afectado en América Latina.
Sin embargo, hoy comenzó la vacunación contra la covid-19 en Sincelejo, capital del departamento caribeño de Sucre, donde la enfermera Verónica Machado, de 46 años, recibió la primera dosis de un lote de 50.000 sueros fabricados por Pfizer que llegaron el lunes al país.