Berlín, 11 ene (EFE).- La incidencia por coronavirus sigue subiendo en Alemania ante el avance de la ómicron, mientras el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, dijo que las autoridades no cederán a la presión de los participantes en las protestas contra las medidas anticovid.
La incidencia acumulada subió a 387,9 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en siete días, frente a 375,7 ayer y 239,9 hace una semana.
Aún así, la incidencia está todavía por debajo de los 402,9 de hace un mes, cuando no obstante la tendencia era ya a la baja tras el pico de 452,4 registrado el pasado 29 de noviembre en plena cuarta ola de la pandemia.
Las autoridades sanitarias notificaron 45.690 nuevas infecciones en 24 horas y 322 muertos con o por covid-19, frente a 30.561 y 356 hace una semana, mientras la cifra de casos activos ronda los 674.700, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología actualizados en la madrugada.
La tasa acumulada de ingresos en siete días se sitúa en 3,37 por cada 100.000 habitantes y la ocupación en las ucis de pacientes con covid-19 es del 14,8 % de las camas disponibles en las unidades de críticos para la población adulta, según el informe diario del RKI.
Hasta el lunes, el 74,7 % de la población (62,1 millones de personas) había sido vacunada, el 72,0 % (59,9 millones) con la pauta completa, mientras el 43,5 % (36,2 millones) había recibido ya una dosis de refuerzo.
En tanto, el ministro de Sanidad afirmó que las autoridades no cederá a la presión de los manifestantes contra las medidas para contener la pandemia, que anoche volvieron a salir a la calle en distintas ciudades del país.
"No nos dejaremos chantajear", dijo Lauterbach en un debate en la cadena pública ARD, y agregó que "el Estado debe respetar la opinión mayoritaria, legitimada democráticamente, y proteger a la población".
Aseguró que no se cambiarán decisiones "sólo porque un grupo menor haga presión".