Bangkok, 9 may (EFE).- La junta militar birmana ha declarado como grupos terroristas al Gobierno de Unidad Nacional y otros organismos creados por representantes y activistas prodemocráticos opuestos al golpe de Estado del pasado 1 de febrero, informó hoy el medio Myanmar Now.
Los militares también declararon como organizaciones terroristas al "Parlamento democrático", llamado Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión (CRPH, sigla en inglés), y a la milicia antijunta Fuerza de Defensa Popular.
Los uniformados liderados por el general golpista Min Aung Hlaing continúan con sus esfuerzos para controlar el país en medio de protestas diarias y un movimiento de desobediencia civil seguido por sanitarios, profesores y obreros de fábricas, entre otros.
El CRPH fue formado poco después del golpe que defenestró a la líder del Gobierno electo, Aung San Suu Kyi, y el pasado 16 de marzo anunció el llamado Gobierno de Unidad Nacional, integrado por políticos cercanos a Suu Kyi, activistas y representantes de las minorías étnicas.
Tras meses de represión por parte de los militares golpistas, el "Gobierno democrático" anunció el pasado miércoles la creación de la Fuerza de Defensa Popular, una milicia civil ideada para defender a sus seguidores.
Precisamente, hoy se cumple un mes desde una de las peores masacres desde el golpe ocurrida en la ciudad de Bago, donde los uniformados atacaron con armas militares a los manifestantes, causando al menos 83 muertos en solo un día.
Los representantes prodemocráticos, quien trabajan en la clandestinidad, indicaron que la Fuerza de Defensa Popular es el paso previo hacia la creación de un Ejército federal que espera poder formar con ayuda de las guerrillas de las minorías étnicas.
Los soldados y policías de la junta militar han matado hasta el momento a 775 civiles, incluidos al menos 43 menores, y mantienen detenidas a más de 3.700 personas, incluida a Suu Kyi y al presidente depuesto, Win Myint, según el recuento de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP).
Mientras que la mayoría de las protestas son pacíficas, algunos manifestantes se han unido a milicias armadas contra la junta militar o a las guerrillas de las minorías étnicas, algunas de las cuales han expresado su apoyo por el movimiento de desobediencia civil.
El Tatmadaw (Ejército birmano) justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, y que cuentan con el aval de los observadores internacionales.