CINCINNATI, Ohio — Si en esta época navideña piensa en una obra de caridad, en Cincinnati existen muchos desamparados que durante el invierno ni siquiera tienen un rincón seguro para dormir.
Son jóvenes, familias con niños y adultos mayores que llegan hasta la plaza abierta del edificio penitenciario del condado de Hamilton (1000 Sycamore St., Cincinnati, OH 45202), donde por más de 150 domingos la organización Maslow’s Army les ha provisto de ropa, calzado, abrigos, frazadas, almohadas, artículos de aseo personal, cortes de cabello y, en especial, un plato para almorzar.
La organización y su “ejército” de voluntarios motivan los principales titulares noticiosos de la comunidad.
Continuamente su misión protagoniza reportajes y otras piezas informativas en medios impresos y televisivos.
En redes sociales, su esfuerzo diario se comparte con seguidores, y todos aquellos que aportan de alguna manera a esta noble causa por los hermanos sin hogar.
Maslow’s Army se ha comprometido a evitar que esos individuos, quienes viven en el primer rincón urbano donde les sorprende la noche, tengan sitios fijos y calientes para dormir. El vestíbulo de la cárcel es uno de estos.
Aunque la organización carece de un edificio que funcione como albergue permanente para los desamparados, han logrado comprar dos buses que viajan por toda la ciudad de Cincinnati en busca de quienes pasan hambre, frío y siguen a la intemperie.
Una vez los rescatan, les ofrecen comida, frazadas y artículos de primera necesidad, para luego reubicarlos en algún refugio.
La iniciativa de crear este ejército de asistencia para desamparados surgió en octubre de 2016, considerando la vivencia propia de Sam Landis y su esposa Susan.
“Experimenté lo mismo que ellos; por muchos años estuve en la calle sin hogar, sin nada”, dijo Sam Landis, director ejecutivo y cofundador de Maslow’s Army.
Añadió en español “que Dios les bendiga” mientras agradecía una donación de docenas de abrigos que llegaron de parte de la Asociación Dominicana The Sound of Quisqueya (TSQ), el 17 de noviembre de 2019.
Y aunque parezca increíble, en estos grupos se encuentran personas que tuvieron vidas exitosas, viajeros con recuerdos multiculturales, profesionales con vasta experiencia abatidos por problemas de drogas o alcohol, historias de familias con niños que lo perdieron todo y héroes que defendieron su patria en el campo de batalla.
“Nada enriquece más que dar a quien más necesita, ellos demandan amor y atención…es el mejor regalo. Tenemos ancianos, individuos discapacitados y veteranos que han servido a la nación estadounidense y ahora no tienen ni siquiera un hogar, solo nuestra mano, caridad y cariño. En las calles de Cincinnati hay miles de personas en esta terrible condición”, destacó Brian Garry, asesor ejecutivo de Maslow’s Army.
Garry, quien también es activista –defensor de los derechos civiles, el medio ambiente, inmigrantes y refugiados–invita a que la comunidad hispana/latina se una a Maslow’s Army para –algunas veces– ofrecer a los desamparados una mesa de sabor latino.
Sus deseos se empezaron a cumplir y así se ha realizado ya en tres ocasiones.
En la primera, cuatro familias sirvieron una mesa con los sabores de México, República Dominicana y Panamá: champurrado, bizcocho dominicano, ensalada blanca y empanadas.
La segunda les mostró un plato tradicional centroamericano: arroz con frijoles, pollo guisado, ensalada de fiesta y pastel de tres leches.
La tercera fue una mezcla iberoamericana.
A petición popular regresaron las empanadas, se sorprendió con paella de pollo, pasta fría y bizcocho con flan escondido.
Donaciones de ropa limpia, zapatos, frazadas, maletas y artículos de aseo personal también se pueden llevar a la plaza del centro correccional en 1000 Sycamore St., Cincinnati, OH 45202, todos los domingos (con lluvia o nieve), de 11 a.m.–1 p.m. Cualquier detalle será inmensamente agradecido.
