Bruselas, 28 oct (EFE).- La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, señaló como objetivo de la inminente cumbre climática COP26 que la comunidad internacional se comprometa a recortar esta misma década las emisiones de CO2 y aumentar la financiación de los países ricos a los pobres para esa transición.
"No es cuestión de 30 o 40 años, es ahora, es en esta década, cuando tenemos que hacerlo mejor. Si no, vamos a llegar a hitos irreversibles", declaró este jueves en una rueda de prensa Von der Leyen antes de volar a Roma a una cumbre del G20 que servirá de aperitivo a la COP26 que arranca del domingo en Glasgow (Reino Unido).
Desde 2010, las emisiones de gases de efecto invernadero han crecido un 1,3 % al año, con un pico del 2,6 % en 2019, según datos de la ONU. La presidenta del Ejecutivo comunitario reconoció que "el punto de partida no es bueno", ni en lo financiero ni en lo climático, y señaló que falta ambición medioambiental y de dinero.
AMBICIÓN CLIMÁTICA
Las metas que han anunciado los países son insuficientes para cumplir con el Acuerdo de París de 2015, que fijaba el compromiso de evitar que las temperaturas a final de siglo suban por encima de los 2 Cº respecto a los valores preindustriales, con la esperanza de que no pasen de 1,5 ºC.
"Estamos en un camino muy peligroso hacia más de 2 grados", dijo Von der Leyen en referencia a que antes del Acuerdo de París se esperaba que el planeta se calentara 4 grados a final de siglo y, tras ese pacto, los modelos apuntan a 2,7 grados probables y 2,2 si se cumplen todas las promesas.
"Cuanto más esperemos, más cara se hará"la transición de las energías fósiles a las renovables, aseguró la presidenta de la Comisión, y señaló que el PIB de la UE ha crecido en un 60 % desde 1990 mientras que sus emisiones de CO2 han caído en un 31 %.
"Es un mensaje alentador: puedes recortar emisiones y crecer", dijo.
SOLIDARIDAD FINANCIERA
El segundo aspecto que debe solucionar la cumbre climática es el de las trasferencias financieras que los países ricos prometieron a los Estados pobres. La cuantía firmada en París fueron 100.000 millones de dólares al año entre 2020 y 2025, pero el pasado ejercicio sólo se alcanzaron los 79.600 millones, según cifras de la OCDE.
Con los últimos compromisos de Alemania y Canadá se espera que se superen los 100.000 millones en 2023, pero Von der Leyen querría "cerrar la brecha" antes y espera que las contribuciones europeas aumenten "en los próximos días".
La UE y sus Estados miembros son los primeros contribuyentes en esas transferencias, con unos 25.000 millones de dólares en 2020 a los que se sumarán otros 5.000 millones hasta 2027.
"Espero que el resto hagan lo mismo", dijo Von der Leyen, quien señaló que la UE, con Alemania y Francia a la cabeza, trabaja en una alianza para ayudar a Sudáfrica a abandonar antes el carbón y pasar a las renovables que podría servir de "modelo" para otros países.
CUMBRE DEL G20
Los países miembros del G20 generan el 80 % de las emisiones globales de los gases de efecto invernadero que calientan el planeta por encima de sus posibilidades.
Es ahí donde la UE quiere forjar "compromisos creíbles" antes de la COP26, para la "descarbonización hacia mitad de siglo (...) pero también para recortarlas en esta década", insistió, así como dinero para "adaptación y mitigación" al cambio climático en las economías menos desarrolladas.
"El cambio o climático está progresando más rápido de lo que pensábamos. Si queremos tener éxito, tenemos que apoyar a los países en desarrollo", resumió Von der Leyen.
INICIATIVAS DE LA UE
La presidenta de la Comisión explicó que durante la conferencia de Glasgow, además de negociar los citados puntos y de intentar establecer una "hoja de ruta" para medir futuros éxitos y fracasos en los compromisos, lanzará tres iniciativas paralelas.
La primera, de la mano con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, versará sobre el metano, gas que calienta la atmósfera hasta ocho veces más que el dióxido de carbono. Su objetivo será reducir esas emisiones en un 30 % en 2030 respecto a 2020 y cuenta ya con el apoyo de 60 países, aunque hay mucho que se puede hacer, dijo.
La segunda, sobre bosques, será una contribución de 1.000 millones de euros para protección de las superficies forestales, con 250 millones dedicados a la cuenca del Congo.
"Los bosques son nuestros mejores aliados contra el cambio climático, tenemos que protegerlos", dijo Von der Leyen sobre esos sumideros capaces de absorber carbono.
La tercera, junto al mecenas y fundador de Microsoft Bill Gates, buscará potenciar la innovación en tecnologías que aún no están maduras para el mercado pero que ofrecen gran potencial en la lucha climática, como el hidrógeno limpio, los biocombustibles avanzados para la aviación o los sistemas de captura y almacenamiento de CO2.
Javier Albisu