Washington, 19 jul (EFE).- Estados Unidos registró 91.799 muertes por sobredosis en 2020, una cifra que representa un aumento anual de casi el 30 % y de la que hubo máximos históricos entre la población negra, la blanca y las comunidades de nativos americanos y de Alaska, indicaron este martes las autoridades sanitarias.
El informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) precisó que se anotaron 26.625 fallecimientos entre la población blanca, lo que representó un incremento del 22 % respecto a 2019.
En los afroamericanos, ese aumento se situó en el 44 %, hasta los 7.467; entre los nativos americanos e indígenas de Alaska llegó al 39 %, hasta las 456, y entre los hispanos al 21 %, hasta las 3.081 muertes.
El CDC, que efectúa su análisis con datos de 25 estados del país y del Distrito de Columbia, en el que se encuentra la capital de EE.UU., consideró que las dificultades en el acceso a tratamientos de prevención y recuperación debido a la pandemia "probablemente" ha contribuido a ese incremento en el número de muertes involuntarias por sobredosis.
El fentanilo, una droga sintética 100 veces más potente que la morfina, es el responsable de la mayor parte del aumento de las muertes.
Aunque en 2020 hubo un incremento en la cifra de muertes por sobredosis en general, los mayores avances se dieron en poblaciones raciales y étnicas minoritarias, como la negra y la india americana.
Dentro de un mismo grupo de edad, se dieron además diferencias significativas: la tasa de muertes entre los hombres negros mayores de 65 años fue casi 6 veces mayor que entre los blancos en 2019 y casi 7 veces más en 2020.
En aquellas zonas con mayor desigualdad de ingresos hubo mayores disparidades en el número de fallecimientos por sobredosis, particularmente entre la población negra, en la que esa tasa fue más de dos veces mayor en zonas con mayor desigualdad que en otras con menos.
Por ello, se debe dar prioridad a tratamientos de prevención y cuidados en esas partes con mayores diferencias, recalcó el CDC, que pide tener en cuenta en las políticas sanitarias los datos disponibles sobre las disparidades entre comunidades de población.
El informe destacó que la mayoría de fallecidos tenían historial por consumo de sustancias en el pasado, en particular los blancos (78,3 %), los indios americanos y nativos de Alaska (77,4 %) y los hispanos (74,8 %).
Lectura de 0 minutos