Estambul, 5 feb (EFE).- Las protestas de estudiantes y docentes que empezaron hace un mes contra el control de las universidades por parte del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se han extendido este viernes a varias provincias del país con el resultado, por el momento, de unos 80 detenidos.
Desde inicios del año, estudiantes de la universidad Bogaziçi, en Estambul, una de las instituciones educativas más prestigiosas del país, protestan contra el rector Melih Bulu, nombrado a dedo por Erdogan acorde con las normas decretadas en 2016, sin elección del claustro de profesores, como era habitual antes.
Hoy tuvieron lugar protestas de solidaridad en varias de las mayores ciudades del país, como Ankara, Esmirna, Bursa y Adana.
SEMANA NEGRA
Al mediodía, unos 200 académicos de la destacada Universidad Técnica de Oriente Medio (ODTÜ) se manifestaron en el campus, vestidos con toga y birrete, para reclamar que rectores y otros cargos administrativos sean siempre elegidos por el claustro.
"Lamentamos decir que esta semana se escribirá en la historia académica (turca) como una semana negra y vergonzosa", subrayaron en un comunicado leído en el acto.
También en la universidad capitalina de Hacettepe se organizó un acto estudiantil bajo el lema "Las universidades son nuestras", y por la tarde, un grupo de la izquierda política marchó por el centro de Ankara en apoyo a los estudiantes de Bogaziçi.
La policía antidisturbios dispersó esa manifestación con balines de plástico y gas lacrimógeno y detuvo a 22 personas, según el diario turco Evrensel.
Una manifestación similar en Esmirna, tercera ciudad del país, acabó con 30 detenidos, según el diario Birgün, mientras que en Bursa, cuarta urbe del país, hubo 17 detenciones y en Adana, sexta en tamaño, la policía detuvo a diez personas, según el diario Diken.
Durante la semana, la policía había detenido en diversas redadas a más de 500 estudiantes, de los que cuatro permanecen en prisión preventiva, un centenar en arresto domiciliario, veinte siguen en comisaría y el resto han sido liberados, algunos con cargos.
ACUSACIONES DE TERRORISMO
Erdogan se ha mantenido firme en su decisión de no ceder ante las demandas de los académicos y ha seguido comparando a los manifestantes con "terroristas".
En una comparecencia ante los medios, Erdogan acusó hoy al principal partido de la oposición, el socialdemócrata CHP, y al partido de la izquierda prokurda, el HDP, de instigar las manifestaciones y, como ya hizo en días pasados, las comparó con las protestas de Gezi de 2013, que hicieron tambalear su gobierno.
"Definir los incidentes en Bogaziçi como actos de estudiantes no es correcto. Las cosas que suceden allí no tienen nada que ver con esto. El HDP y el principal partido de la oposición están detrás", dijo en declaraciones transmitidas por la cadena NTV.
"Están intentando crear confusión, pero no lo conseguirán. No llevarán este asunto al punto de Gezi. Todas nuestras fuerzas de seguridad están tomando medidas con toda firmeza", agregó.
"Algunas televisiones dicen que Melih Bulu debe dimitir. Si tuvieran valor también pedirían la dimisión del presidente. Es la misma mentalidad", concluyó Erdogan.
ACADÉMICAS PROVOCADORAS
Si la víspera, jueves, el diario de ultraderecha islamista Yeni Akit publicaba retratos de cinco profesoras a las que acusaba de instigar a "la traición", hoy Erdogan subrayó que una de estas "provocadoras" es "la esposa de Osman Kavala, representante de Soros en Turquía", en referencia a Ayse Bugra, profesora de Economía en Bogaziçi.
Kavala, que lleva en prisión preventiva desde 2017, está acusado de instigar las protestas de Gezi por cuenta de las fundaciones del multimillonario norteamericano George Soros, y hoy mismo un tribunal rechazó nuevamente su puesta en libertad, exigida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Por otra parte, la jefatura de Asuntos Religiosos, conocida como Diyanet, dedicó hoy la prédica leída en todas las mezquitas del país a exhortar a la juventud a defender "los valores nacionales y espirituales", repitiendo un discurso de Erdogan del miércoles.
Esta frase figuraba también en los carteles de una contramanifestación en Bursa, en la que ondeaban enseñas islamistas, y se reclamaba la unidad de la comunidad islámica contra "las blasfemias", todo ello sin intervención policial, informa Evrensel.
Ilya U. Topper y Lara Villalón