La Paz, 28 feb (EFE).- Las campañas electorales no han dado tregua este domingo en Bolivia a siete días de las elecciones subnacionales, que se proponen sintonizar con los electores indecisos o inclinar la balanza a su favor en medio de inhabilitaciones y procesos judiciales contra algunos candidatos.
Las plazas de los barrios son el principal punto de difusión de los partidos políticos en los que se han apostado militantes que enseñan las banderas y reparten panfletos, unos rutinariamente mientras que otros más entusiastas recurren a trompetas o tambores y hacen pequeños regalos como desinfectantes con alcohol, lapiceros o chocolates.
Los días previos han estado marcados por los despliegues de los principales postulantes a las gobernaciones y alcaldías por los barrios de las principales ciudades como Santa Cruz, El Alto, La Paz y Cochabamba en caravanas de vehículos o caminatas, además de la difusión de esas actividades las redes sociales.
LOS FAVORITOS ESTÁN DEFINIDOS
Las encuestas han sido fundamentales para mostrar una posible tendencia de votación principalmente en el eje central del país donde las plazas de elección son ampliamente disputadas, aunque no han faltado quienes han puesto en duda casi por completo esos resultados para reivindicar su propia fortaleza.
Las preferencias en las regiones apuntan en la mayoría de los casos a identificar al que es candidato del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) ante un par de opositores mejor perfilados que indistintamente pelean los primeros tres lugares, mientras que el resto, según los sondeos, tiene una minúscula intención de voto.
LAS ZONAS MÁS CALIENTES
La ciudad central de Cochabamba es ahora el sitio en el que se mantiene una tensión latente por la inhabilitación del candidato de oposición Manfred Reyes Villa, al que las encuestas daban más del 50 % de favoritismo, y que ha provocado una huelga de hambre de decenas de seguidores para que el ente electoral revise su decisión.
Otro foco de disputa es El Alto, la segunda ciudad más poblada del país y considerada el bastión político del MAS, en la que la expresidenta del Senado Eva Copa, expulsada de ese partido por decidir ser candidata por separado, aparece con un apoyo de casi el 90 %.
El fenómeno Copa ha provocado una polémica en la que excorreligionarios suyos como el expresidente Evo Morales la han aludido por traición, mientras que la joven política de 34 años ha reivindicado lo que considera un acto de discriminación de su expartido por no tomarla en cuenta como candidata.
La Gobernación del departamento de Santa Cruz parece ser una plaza reservada para el opositor, excandidato presidencial y líder cívico Luis Fernando Camacho, mientras que el favorito para ganar en la Alcaldía del mismo nombre es el líder opositor de Unidad Cívica Solidaridad, Jhonny Fernández.
De otro lado, están los procesos judiciales que se han implantado contra la expresidenta interina del país y candidata a la Gobernación de Beni, Jeanine Añez (12 de noviembre de 2019 a 8 de noviembre de 2020), citada ante la Fiscalía, algo que también le ha pasado a Camacho en Santa Cruz o una reciente sentencia contra el líder indígena Rafael "Tata" Quispe.
Las agrupaciones políticas dedicarán los siguientes días para hacer sus cierres de campaña con las restricciones para aglomeraciones por la pandemia, ya que desde el próximo jueves rige el tiempo de silencio electoral que establecen las leyes.
Los del próximo domingo son los segundos comicios que se realizan en Bolivia en medio de la pandemia.
Más de 7,1 millones de electores asistirán a las urnas el próximo domingo 7 de marzo para elegir a unas 5.000 autoridades entre casi 20.000 postulantes a gobernadores y asambleístas departamentales en los nueve departamentos además alcaldes y concejales de 339 municipios.
Gabriel Romano