Un grupo de legisladores demócratas de la Cámara Baja de Texas se fugó a Washington D.C. en un intento por bloquear la aprobación de una ley republicana que busca restringir considerablemente el derecho al voto en ese estado sureño.
La legislación estaba abocada a recibir en unos días el visto bueno de la Cámara Baja estatal, de mayoría republicana, y acabar en la mesa del gobernador, el conservador Greg Abbot, para que fuera firmada.
Anticipando la situación, un gran grupo de legisladores demócratas decidió marcharse de Texas para evitar que haya el quórum necesario para que la iniciativa se debata en el hemiciclo.
El liderazgo demócrata de la Cámara Baja de Texas no ha detallado exactamente cuántos de los 67 legisladores progresistas se han marchado, pero aseguran que son suficientes para bloquear el voto.
"Hoy, los demócratas de la Cámara de Representantes de Texas nos mostramos unidos en nuestra decisión para romper el quórum y no permitiremos que la Cámara Baja, liderada por los republicanos, fuerce una legislación peligrosa que pisoteará la libertad de los texanos para votar", dijeron en un comunicado conjunto los líderes demócratas de la Cámara Baja de Texas.
Los legisladores salieron del aeropuerto de Austin (Texas) en dos aviones privados el lunes por la tarde y tienen previsto llegar a Washington D.C. esta misma noche, según medios locales.
Es la primera vez desde 2003 que los demócratas de Texas deciden salir de su estado para evitar que haya quórum. Entonces, la caballería texana fue la encargada de llevar a los legisladores de vuelta al estado.
Se trata de la segunda vez que los demócratas de Texas se rebelan este año contra republicanos, que controlan las dos cámaras del Parlamento estatal, para boicotear la votación de leyes que limitan el sufragio.
A finales de mayo, después de un tenso debate en la Cámara Baja estatal, los demócratas decidieron marcharse poco a poco del hemiciclo para evitar que hubiera suficiente quórum.
Los republicanos han propuesto dos leyes, conocidas como "HB3" y "SB1", para limitar las horas de votación.
De ser aprobados, esos proyectos prohibirían que se vote desde el vehículo, una modalidad sobre todo utilizada por electores no blancos en algunos condados texanos durante la pandemia.
Además, harían el voto por correo más difícil, incrementarían las penas criminales por errores que se cometen en el proceso electoral y darían más autoridad a los observadores partidistas que acuden a los centros de votación.
Esos proyectos se enmarcan dentro del impulso de varios parlamentos estatales republicanos para restringir el voto.
Los conservadores aseguran que su objetivo es frenar irregularidades, pero los demócratas creen que su verdadera meta es acabar con los controles que impidieron al expresidente Donald Trump revocar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, en las que ganó Joe Biden.
En EE.UU., cada estado fija sus propias normas sobre el sufragio. Durante la pandemia, muchos territorios flexibilizaron los requisitos para votar por correo o por adelantado, lo que provocó un récord de participación y alimentó teorías de conspiración entre Trump y sus seguidores sobre un supuesto fraude masivo en las urnas.
Desde entonces, a nivel estatal, los republicanos han presentado al menos 216 proyectos de ley en 41 estados para restringir el acceso al voto.
De esos proyectos, 24 han sido aprobados, según la organización no partidista States United Democracy Center, dedicada a proteger el sufragio.
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