CINCINNATI, Ohio — A pesar de la lluvia y el frío, cientos de mujeres fueron llegando hasta el principal escenario de Sawyer Point, en el centro de Cincinnati, para participar de una concentración masiva, antes de dar inicio a la cuarta Marcha de las Mujeres.
Para su primera versión, en enero de 2017, a través de una convocatoria en redes sociales, la activista local Billie Mays hizo historia al llenar Washington Park y todos sus predios con mensajes de repudio a las acciones del recién juramentado presidente de la nación.
El movimiento femenino no desmaya y sigue firme, luchando por los derechos de todos.
Esta vez se contó con la voz de una activista hispana quien reflexionó sobre la triste realidad de las familias separadas, padres en centros de detenciones y menores con problemas emocionales como consecuencia de la deportación.
Sandra Ramírez, organizadora del grupo Jóvenes Educando a la Sociedad (YES, por sus siglas en inglés), del Centro de Justicia y Paz de Cincinnati, fue llamada al podio para explicar como un sistema de inmigración obsoleto, injusto e inhumano ha manchado sus archivos con luto tras la dureza de sus reglas.
Muchos inmigrantes han perdido la vida, entre ellos menores de edad.
El momento más emotivo de la actividad fue cuando Ramírez empezó a llamar los nombres de algunos de esos niños y jóvenes fallecidos en los últimos años bajo estas circunstancias:
Wilmer Vázquez (2017-2019), Felipe Alonzo (2010-2018), Darlyn Valle (2008-2018), Juan Gutiérrez (2003-2019), Carlos Vázquez (2003-2019) y Yakelin Maquin (2011-2018).
La exjuez y líder religiosa, Tracie Hunter, tomó el micrófono y compartió con las manifestantes un testimonio de dolor y desesperación, un recuerdo trágico e imborrable con una compañera de celda que le narró cómo –por falta de atención de los custodios– vio morir a una reclusa ahogada en su vómito.
Hunter describió otras vivencias de cuando estuvo detenida en el centro penitenciario del condado de Hamilton.
“Ir a la cárcel no debe ser una sentencia de muerte para las mujeres, incluso para aquellas que son declaradas culpables. Las que tienen problemas de drogas deben ser tratadas en un hospital, no dejarlas morir en el piso de una cárcel tras negligencia y abusos”, destacó Hunter.
Tamaya Dennard, concejal de la ciudad de Cincinnati, se presentó como la primera mujer abiertamente gay en llegar a tener una voz en este recinto.
Elizabeth Hopkins, administradora regional de Planned Parenthood, habló del derecho de toda mujer a decidir sobre su cuerpo y recordó que el 22 de enero de 2020 se cumplirían 47 años de la controversial decisión en el caso Roe v. Wade que dividió a la nación en grupos “pro-choice” y “pro-life”.
La marcha, encabezada por la activista Billie Mays –organizadora de la primera en 2017– recorrió las calles del centro de la ciudad y regresó al sitio para continuar con otra ronda de participación de líderes y propuestas políticas.