Beirut, 17 oct (EFE).- Alrededor de un centenar de personas se manifestaron este domingo en Beirut en el segundo aniversario de la oleada de protestas masivas desatadas en 2019 contra la clase dirigente y la crisis económica, unas demandas que consideran ahora todavía "más urgentes" en medio del grave deterioro de la situación en el país.
Portando banderas libanesas, los asistentes se congregaron en la icónica Plaza de los Mártires, epicentro del movimiento iniciado hace dos años, y marcharon hasta la conocida como "Antorcha del 17 de octubre", una gran estructura frente al puerto capitalino en la que honraron a las víctimas de la explosión de 2020.
Hace hoy dos años, una tasa a las llamadas de WhatsApp desencadenó una serie de protestas en las que decenas de miles de libaneses salieron a las calles para pedir la dimisión de todos los líderes políticos, el fin de la corrupción y medidas contra la crisis económica que recién había comenzado.
"La urgencia de la situación económica es todavía mayor que hace dos años y ya entonces era terrible", dijo a Efe la manifestante Rima Freiji, en referencia a una crisis que se ha convertido ya en una de las peores a nivel mundial en más de siglo y medio, con casi el 80 % de los libaneses viviendo en la pobreza.
Freiji reconoce que "prácticamente nadie" acudió hoy a la Plaza de los Mártires y lo atribuye a que la población "está exhausta y simplemente está buscando su electricidad, su agua, su comida, su combustible", productos básicos que hoy escasean fuertemente en la nación de los cedros.
Lina Hakum, de 52 años, coincidió en que las demandas que motivaron las protestas de 2019 son todavía más necesarias a día de hoy y recordó a Efe en el punto de reunión que, si bien cada manifestante tiene diferentes prioridades, todos buscan recuperar su "dignidad" y su "país".
"Desde 2019 hasta ahora no ha habido ningún cambio de verdad, nadie ha respondido a nuestras demandas y nadie nos ha dado nuestros derechos", lamentó a Efe el joven Jamal Hamza, para quien la seguridad se ha sumado a la lista de peticiones a raíz de los choques armados que el pasado jueves causaron siete muertos en Beirut.
El estallido de violencia se produjo durante una manifestación convocada por los partidos chiíes Amal y Hizbulá contra el juez Tarek Bitar, que investiga la explosión que en agosto del año pasado causó más de 200 muertos y 6.500 heridos, y quien ha imputado a dos exministros de Amal por negligencia en el caso.
Al grito de "¡Beirut libre, libre! ¡Irán fuera, fuera!", un grupo de los asistentes a la protesta de hoy levantaron pancartas contra la "ocupación iraní", considerado el patrón de Hizbulá, antes de que la marcha partiese hacia el puerto entre clamores esporádicos de "¡Revolución, revolución!".
"El asunto más urgente es el del juez Bitar, por supuesto todos le apoyamos y queremos que siga; y de verdad, de verdad espero que no le destituyan porque creo que crearía una enorme crisis social", concluyó Freiji.