Melbourne (Australia), 12 feb (EFE).- El Gobierno del estado de Victoria, la región de Australia más azotada por el nuevo coronavirus cuya capital es Melbourne, decretó este viernes un estricto confinamiento de cinco días a raíz de un rebrote de la covid-19 con 13 positivos locales.
Será un confinamiento "corto y tajante", apuntó en rueda de prensa el gobernador Daniel Andrews ante el temor de que se descontrole ese rebrote vinculado con la denominada cepa británica que, según los expertos, es más infecciosa.
"Tenemos que asumir, basándonos en los consejos (de los expertos), que existen casos de transmisión que desconocemos y que se propagan a la velocidad de la luz", declaró Andrews para justificar la actuación que busca evitar que se repita el aumento de contagios que registró Victoria entre junio y octubre pasados.
El rebrote está vinculado a un trabajador de un hotel de Melbourne habilitado para que guarden la cuarentena obligatoria de dos semanas las personas que regresan al país desde el extranjero.
Andrews señaló que, cuando los rastreadores detectaron el primer positivo -el 3 de febrero-, "ya habían sido infectados los contactos cercanos", lo que "dificulta enormemente" cortar la propagación del virus.
El gobernador espera que esta estrategia, que ya fue utilizada en las últimas semanas en las ciudades de Brisbane y Perth, sirva para frenar los contagios.
CONFINAMIENTO A PARTIR DEL SÁBADO
La medida entra en vigor a partir de esta medianoche y pone en confinamiento domiciliario a los casi 6,7 millones de habitantes de Victoria, el segundo estado más poblado del país.
A partir del sábado, los residentes solo podrán salir de casa para hacer la compra, practicar deporte -en un radio máximo de 5 kilómetros de su hogar-, por razones sanitarias o para acudir al puesto en los catalogados como trabajos esenciales.
Las mascarillas faciales son obligatorias tanto en interiores como exteriores y no se permite las visitas a los hogares.
Bajo estas medidas excepcionales, que está previsto duren hasta la medianoche del miércoles, escuelas y otros recintos educativos permanecerán cerrados, las reuniones públicas quedan prohibidas y se pide a la gente que trabaje desde sus hogares.
Las misas y otras ceremonias religiosas también han sido suspendidas y se establece una limitación de hasta 10 asistentes a los funerales.
EL TENIS CONTINÚA SIN PÚBLICO
El confinamiento ha sido decretado mientras se disputa el Abierto de tenis de Australia, el primero de los cuatro torneos que forman el Grand Slam, en el que se había permitido la asistencia parcial de público.
Sin embargo, a partir de mañana, el campeonato mostrará las gradas vacías a raíz de la prohibición de espectadores debido al rebrote.
“Grandes y pequeños eventos deportivos profesionales funcionarán únicamente como un lugar de trabajo normal pero no tendrán la función de un evento de entretenimiento porque no habrá público. El trabajo, además, se reducirá al mínimo con la intención de mantener un ambiente seguro”, explicó Andrews.
Sin embargo, el orden de juego proseguirá con su programación estipulada.
La jornada del sábado, -una de las más populares del torneo puesto que es el primer día del fin de semana en el que se pueden presenciar encuentros entre cabezas de serie por tratarse de una tercera ronda-, será la primera en disputarse a puerta cerrada.
El Abierto de Australia, que generalmente se disputa entre mediados y finales de enero, fue retrasado unas semanas en esta edición para que los jugadores cumplieran la cuarentena obligatoria, lo que suscitó polémica ya que varios deportistas no pudieron entrenar debido a que se detectaron casos positivos en el vuelo que les llevaba al país.
VICTORIA, EPICENTRO DE LA SEGUNDA OLA DE LA COVID-19 EN AUSTRALIA
Victoria acumula desde el inicio de la pandemia 20.460 infecciones confirmadas, de las 28.879 a escala nacional, incluidos 829 decesos de los 907 fallecidos en todo el país.
La mayoría de los casos en Victoria se registraron durante la segunda ola de la covid-19, entre junio y noviembre, con epicentro en Melbourne, la segunda ciudad más poblada del país con 5 millones de habitantes, y la localidad de Mitchell, con poco más de 1.000 personas.
En estas dos poblaciones se vivió uno de los confinamientos más estrictos del mundo que duró casi cuatro meses, desde el 9 de julio al 28 de octubre.
El rebrote de entonces, al igual que sucede ahora, fue vinculado a una serie de errores en la seguridad de los hoteles habilitados por el gobierno como centros de cuarentena para los viajeros procedentes del extranjero.
El confinamiento decretado este viernes será el tercer periodo de cierre de este tipo que vivan algunos de los habitantes del estado de Victoria.