Morelia (México), 29 oct (EFE).- La directora salvadoreña nacionalizada mexicana, Tatiana Huezo, aseguró que centra toda su atención en darle difusión a su película “Noche de fuego”, para que finalmente llegue a las nominaciones de los premios Oscar y adelantó que se encuentra en grabaciones de un nuevo documental.
“No pienso si me veo en el Oscar porque me pongo muy nerviosa, pero me veo trabajando todos los días para empujarla con mucho cariño y el camino que hay que trabajar ahora con la prensa y para que pueda ser vista por los miembros de la Academia, y después que la voten. Mi mente, mi corazón y mi energía están puestas ahí”, dijo Huezo en conferencia de prensa.
Sus palabras se dieron en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, después de que la directora fuera galardonada con el premio 400 Conejos, que consiste en un monto de 120.000 pesos mexicanos (5.838 dólares aproximadamente) con el que fue reconocida su labor en la industria.
Sobre esto, la cineasta dijo que el premio era para ella “una semilla” que en un futuro florecerá en otros proyectos y también aseguró que aún es difícil para los creadores, y más del género documental, vivir de este arte.
“Como documentalista es muy difícil vivir del cine, debo decir que no vivo totalmente del cine, hago otras cosas, siempre relacionados a este; asesoro, doy clases magistrales, pero no aspiro a volverme rica haciendo cine, tampoco necesito demasiado".
Asimismo, dijo que intenta que su energía esté puesta en los proyectos en los que está trabajando; "soy una mujer que cuida los recursos para poder seguir haciendo lo que me gusta”, apuntó.
Huezo también anunció que ya se encuentra en grabaciones de su siguiente filme y que se trata de su regreso al género documental después del boom que ha traído su primera ficción, “Noche de fuego”, galardonada en Cannes.
“Es un proyecto que yo dejé aparcado para poder hacer ‘Noche de fuego’ y que he retomado, es una historia de niños campesinos, y es de la infancia, sobre crecer y el vértigo de la vida y el eco que dejan los padres en los hijos en un lugar hermoso donde hay eco, en donde el espacio y el sonido viaja de una forma muy particular”, mencionó.
En su primer largometraje de ficción, Huezo retrató la infancia y la maternidad en un contexto violento aplicable a muchos pueblos de México, estos han sido temas recurrentes en su quehacer artístico.