Matamoros (México), 12 feb (EFE).- Los migrantes varados desde hace meses en la mexicana Matamoros debido al protocolo del expresidente de Estados Unidos Donald Trump recuperaron este viernes sus ilusiones y sueños tras el anuncio de Joe Biden de reabrir sus casos de asilo.
La noticia se ha propagado muy pronto entre los centroamericanos y personas de diversas nacionalidades que han esperado en la frontera norte de México, algunos por casi dos años, una respuesta por parte del Gobierno estadounidense.
Walter Meléndez Zambrano -quien forma parte del Protocolo de Protección al Migrante (MPP, en inglés) desde el 2019- dejó este mismo viernes su puesto de trabajo en una obra para enfocarse en las indicaciones que podrían otorgarles a partir del 19 de febrero.
Es en esta fecha cuando se contempla comience a operar la primera fase que anunció este viernes la administración encabezada por Joe Biden para que se reabren los casos de asilo y las citas en las cortes estadounidenses de migración.
"De tanta espera hoy sí tenemos una posibilidad de estar con nuestra familia en Estados Unidos y ya dejar el campamento" de Matamoros, declaró a Efe el hondureño.
Él vivió con su esposa y su hija en este campamento ubicado a orillas del río Bravo y desprovisto de los servicios básicos.
"Esperamos que seamos uno de los primeros beneficiados. Tenemos que seguir esperando, pero ya tenemos esa gran noticia que ya están empezando con las personas del MPP", señaló.
ESPERANZA RENOVADA
Para muchos de los migrantes este podría ser su último invierno en la frontera norte de México, donde estos días enfrentan temperaturas gélidas y lluvias en casas de campaña que carecen de condiciones.
Edwin Rafael Pérez Valladares, migrante salvadoreño que fue retornado en julio del 2019, ha recibido la información a través de un abogado activista.
"Ya tengo lista dos mochilas para llevar las pocas cosas que tengo. Tengo año y siete meses de estar aquí esperando el asilo político y la noticia nos ha caído de maravilla", dijo.
Aún no existe información clara sobre los procedimientos, pero entre los solicitantes corre información de que la primera cita podría ser en los próximos días, aunque la incertidumbre perdura.
"Tenemos que esperar el viernes, nos van hablar a cada uno de nosotros por medio de una aplicación para dar el nombre y el número de afiliación del asilo político", comentó.
Cuestionado sobre los meses pasados en este campamento, además en plena pandemia, recuerda: "Lamento mucho por mis compañeros de otros países que han traído sus hijos muy pequeños, ha sido bastante sufrimiento por el agua, la lluvia, el calor y el frío".
El campamento en Matamoros, un municipio muy peligroso de México, ha sido considerado un triste emblema de la muy criticada política migratoria de Donald Trump.
Aunque el anuncio es positivo, tanto las autoridades estadounidenses como las mexicanas remarcaron que esto no implica que las fronteras estén abiertas.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) subrayó en un boletín que este anuncio "no debe interpretarse como una oportunidad para que las personas migren de manera irregular a Estados Unidos".
Mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México recordó que "las y los migrantes no deben dirigirse a la frontera entre México y los Estados Unidos" porque "las restricciones y requerimientos legales para el ingreso a México y Estados Unidos continúan vigentes".
No obstante aplaudió "el compromiso de los Estados Unidos de trabajar conjuntamente para hacer frente al fenómeno regional de la migración".