Ciudad de México, 21 nov (EFE).- El novillero mexicano Héctor Gutiérrez cortó la única oreja de la novillada celebrada en la Plaza México, en la que se lidiaron novillos de Marrón, bien presentados y de juego desigual, destacando primero y cuarto.
Se registró algo menos de cuarto de entrada en este tercer festejo del ciclo "La Reapertura".
El novillero mexicano Héctor Gutiérrez logró cortar un apéndice a su segundo novillo de la tarde. Por encima de este hecho estadístico queda la, por momentos, muy buena labor que desempeñó ante sus dos rivales.
Con el primero, un novillo correoso, con mucha fijeza en la muleta, pero poco recorrido, por lo que hacía hilo constantemente, Gutiérrez estuvo pausado y con mando.
Fue una faena inteligente ofreciendo al astado la lidia que requería. Primero templando su embestida con muletazos al paso que poco a poco embriagaron al novillo en el engaño, después dejando buenas tandas con ambas manos aunque algo más perfilado con la izquierda.
Concluyó la faena con circulares y bernardinas innecesarios. Mató de estocada caída y descabello. El novillo se fue arrastrado entre aplausos y el novillero saludó al tercio. La oreja de Gutiérrez vino de la mano de una faena por momentos de gran pureza. Especialmente dos tandas de naturales.
Enfrentó el novillero la mejor res brava de la tarde. De embestida nítida y con recorrido. No dudó Gutiérrez en ofrecer un toreo ortodoxo de fijeza, mando y sitio.
Si bien en los primeros compases de la faena, con la mano derecha, tras unos estatuarios, no cedió terreno con la zapatilla plantada en el albero, las tandas que fueron de tres pases pudieron ser de alguno más por la alegría con la que el de Marrón tomaba la muleta.
La excelencia la alcanzó Gutiérrez en dos tandas de naturales ceñidas y quietas que, a pesar de lo insólito de ver que resultan en La México, no cautivaron a los presentes, situación que el novillero detectó y por lo que desafortunadamente cesó en seguir luciendo al natural al noble ejemplar.
Optó de nuevo por el tremendismo de circulares y toreo de rodillas, que en ningún momento mejoraba lo hecho. Pinchó a la primera, con percance incluido, para dejar una buena estocada al segundo intento con un aparatoso momento en los pitones del novillo.
El susto facilitó el apoyo de los aficionados que solicitaron oreja para Gutiérrez y arrastre lento para el novillo.
Buenas sensaciones deja Gutiérrez en su retorno a México antes de tomar la alternativa el próximo 28 de noviembre en Guadalajara.
Debutaba en La México el bisoño Julián Garibay con muy pocos festejos a sus espaldas. Mostró una clara falta de sitio, pero también valor y disposición. Gustó a los aficionados en su primer novillo por su decisión con el capote y la muleta. Fue una faena sin estructura que acabó con el novillero desarmado.
Algo mejor estuvo Garibay con el que cerró la tarde. Pretendió mandar cruzado, pero no supo darle la distancia necesaria al novillo quizás por un exceso de confianza en su valor. No deja mala impresión el joven novillero mexicano.
Por su parte, Sebastián Ibelles, que próximamente tomará la alternativa, estuvo muy aliviado y solo realizó algún buen capotazo. Pecó de ventajista con la muleta que, a pesar de tomar con el corazón de la tela, siempre la ofreció con distancia y de perfil.
Los novillos de Marrón mantuvieron un tono interesante por la fijeza con los que todos se emplearon en las distintas suertes de la lidia. Se registró una buena entrada aunque algo menos que los dos festejos previos.
Borja Ilián