En días recientes, tanto en los Estados Unidos como en muchos países de Latinoamérica, he visto como muchas de las medidas adoptadas durante la pandemia se han relajado. Muchas personas asistiendo a eventos políticos, religiosos, deportivos y fiestas.
Si bien es cierto que necesitamos adaptarnos y la economía debe seguir –pues muchos han sufrido por falta de trabajo y problemas financieros– también es cierto que el riesgo de la pandemia todavía es inminente. Pareciera que “nos cansamos del virus, pero el virus no se ha cansado de nosotros”.
Necesitamos adaptarnos a una nueva realidad. Si bien es cierto que la vida hay que seguirla, que se debe dar marcha a la economía, también es cierto que el COVID-19 sigue siendo un virus muy contagioso y mortal en muchos casos.
Debemos continuar protegiéndonos y, por eso en cada edición insisto en las recomendaciones básicas para prevenir el contagio del COVID-19:
1).Lavémonos las manos vigorosamente por al menos 30 segundos con jabón, varias veces al día. Si no hay jabón o agua disponible, utilice desinfectante de manos con alcohol de un porcentaje mayor al 60%.
2).Usemos mascarillas que cubran la boca y la nariz, especialmente en lugares cerrados, e incluso cuando estemos al aire libre, si no tenemos la forma de mantener el distanciamiento físico, de al menos seis pies (dos metros) entre dos personas.
3).Evitemos darnos las manos, abrazarnos y saludarnos de beso si es con personas que no viven bajo el mismo techo.
4).Reportemos síntomas nuevos. Si no nos sentimos bien de salud, si tenemos fiebre o tos, llamemos al médico y sigamos sus indicaciones.
5).Evitemos asistir a eventos que no sean necesarios y donde haya una congregación alta de personas.
De no seguir estas medidas, veremos como el número de casos, contagios y muertes vuelve a aumentar en los Estados Unidos y en Latinoamérica.
En estos días, vi como en un programa de televisión preguntaban a varios científicos e investigadores muy importantes, si tuvieran la opción de escoger entre las mascarillas que cubran la boca y la nariz (tapabocas), y una vacuna o un tratamiento para el COVID-19. Al responder, muchos escogieron la mascarilla o tapabocas.
Tal como lo mencionaba en mi columna de octubre, igualmente es importantísimo que como latinos, como comunidad, nos hagamos escuchar para ser visibles.
Las necesidades de nuestras comunidades durante esta pandemia y después de ella, no podrán ser solucionadas si no nos hacemos contar, si no nos hacemos escuchar, si no nos hacemos visibles.
-Si nos vamos a hacer una prueba contra el COVID-19, asegurémonos que en los registros médicos aparezcamos como latinos.
-Si vamos al médico por cualquier motivo, asegurémonos que en los registros médicos aparezcamos como latinos.
-Si nos preguntan nuestra etnicidad en cualquier formulario que estemos completando, asegurémonos que aparezcamos como latinos.
-Si vamos al cajero electrónico o si en alguna forma nos preguntan nuestro idioma de preferencia, respondamos con orgullo que es el español.
