Santiago de Chile, 5 mar (EFE).- En un nuevo viernes de protestas en Santiago de Chile, un grupo de manifestantes prendió fuego a la estatua del general Manuel Baquedano, ubicada en la plaza que lleva su nombre en la capital del país y que es el epicentro del estallido social que comenzó en octubre de 2019.
Los manifestantes colocaron neumáticos en la base del monumento y los incendiaron, cubriendo la estatua de llamas hasta que aproximadamente media hora después la policía dispersó a los presentes y con un furgón lanza aguas apagó el fuego.
La talla, construida en bronce y que preside la plaza desde 1928, no sufrió daños mayores, a tenor de lo que se pudo apreciar en alguna transmisión en directo por redes sociales.
La estatua rinde honores a Manuel Baquedano González (1826-1897), militar y político chileno, que fue presidente provisional del país entre el 29 y el 31 de agosto de 1891 y comandante en jefe del Ejército durante la Guerra del Pacífico (1879-1884), que enfrentó a Chile contra Bolivia y Perú.
"Condeno enérgicamente la afrenta a la estatua del general del Ejercito de Chile Manuel Baquedano. La violencia y la intolerancia no tienen espacio en una sociedad democrática, y deben ser condenadas y rechazadas con toda la fuerza", escribió el ministro de Defensa, Baldo Prokurica, en Twitter.
LAS PROTESTAS NO CESAN
El incidente puso fin a una jornada de protestas que congregó a cientos de personas en la Plaza Baquedano, popularmente conocida como Plaza Italia y rebautizada por los manifestantes tras el estallido social como Plaza Dignidad.
Aunque a menos escala, las movilizaciones no han cesado desde que el 18 de octubre de 2019 comenzara en Chile una ola de protestas contra la desigualdad y en reclamo de reformas socioeconómicas que dejó una treintena de muertos y miles de heridos, además de señalamientos por violaciones a los derechos humanos hacia las fuerzas de seguridad.
El epicentro de este fenómeno fue la Plaza Baquedano, uno de los principales nudos urbanos de la capital y lugar habitual en el que se congregan los santiaguinos para manifestarse o celebrar triunfos deportivos, entre otras cosas.
Con el fin de descomprimir las movilizaciones callejeras, los partidos políticos acordaron la celebración de un plebiscito sobre una nueva Constitución, que tuvo lugar el pasado 25 de octubre y en el que casi un 80 % de la población aprobó cambiar la Carta Magna heredada de Pinochet.
Sin embargo, todos los viernes cientos de personas se reúnen en el centro para golpear cacerolas o gritar consignas contra el Gobierno, la desigualdad y por la liberación de los detenidos.
La manifestación de esta jornada, la primera tras el fin de las vacaciones del verano austral, fue la más multitudinaria de las últimas semanas.
El cuerpo policial de Carabineros informó la detención preliminar de 35 personas por estos y otros incidentes que tuvieron lugar durante la tarde, que obligaron a realizar cortes de tráfico en las avenidas y a que se cerrarán algunas estaciones de Metro cercanas.